LIMA, 18 Jul. (Notimérica) -
El congresista peruano e hijo del expresiente Alberto Fujimori, Kenji Fujimori, ha acudido a la cárcel de Barbadillo de la Diroes en la que el también exmandatario peruano Ollanta Humala se encuentra cumpliendo 18 meses de prisión preventiva.
El penal, en el que también Alberto Fujimori se encuentra cumpliendo una condena de 25 años, fue el escenario en el que se llevó a cabo la reunión entre los dos rivales políticos cuando, después de que Fujimori hijo visitara a su padre como todos los viernes, decidió acudir a verlo en recuerdo del primer día de cárcel de su padre.
En una columna publicada por el diario 'El Comercio', Kenji Fujimori recuerda que cuando salía del penal "recordé el primer día de mi padre en prisión, momento que nunca podré olvidar. Y pensé en Humala. Nadie sabe lo que es la primera noche en la cárcel", por lo que decidió volver "entonces sobre mis pasos y pedí verlo".
El actual congresista de Fuerza Popular accedió a la celda del Humala, quien se encontraba con su abogado "repasando seguramente opciones judiciales", encontrándose a "un ser humano quizá en su hora más baja". Tal y como asegura en su columna, Fujimori afirmó ante el expresidente, ante su sorpresa, que se encontraba en el lugar "como hijo, no como congresista".
Tras la sorpresa de Humala, Fujimori notó que "le faltaba todo. Me di cuenta de que la medida judicial lo había sorprendido desprevenido. Parece que al INPE también, porque tuvo que habilitar rápidamente las instalaciones", dice el político. Por esa razón, Kenji Fujimori asegura que volvió a la celda de su padre e informó a su padre de que Humala "no tienen nada de nada, ni toalla", a lo que su padre le indicó: "apóyalo en lo que necesite".
PAN CON QUESO
El expresidente, según las últimas informaciones aquejado gravemente de salud, "sacó unas viandas y preparó él mismo unos panes con queso" para Humala, regalando a Humala a través de su hijo una "frazada y este sacón para que se abrigue" no sin antes, dice Fujimori hijo, afeitarse bajo petición de su padre, pues "no puedes ir así. Es un expresidente", asegura.
Tras esto, en su columna el hermano de Keiko Fujimori asegura que hablaron largas horas sobre literatura, sus infancias --asegurando que ambos habían sufrido acoso escolar debido a sus apellidos y que ambos habían aprendido diversos deportes de defensa a consecuencia--, entre otras cosas.
Kenji Fujimori reflexiona al final de su publicación sobre "esta espiral de violencia política que ha sido el Perú de los últimos años, esta arena movediza de confrontación, elegir el odio es el camino fácil", algo por lo que "afortunadamente, no guardo rencores" y que es "la hora de curar heridas, pienso, sin odios, sin venganza, con manos abiertas. Debemos reconocer nuestros errores y construir nuestro futuro".
En declaraciones posteriores sobre el tema, Fujimori hijo ha indicado que no los hechos no son fruto de un cálculo político, sino que es un hecho fruto de que él mismo sabe "que es tener un familiar en prisión, desde el primer día que un familiar entra a la cárcel, al resto de familiares les cambia totalmente la vida y los horarios", recoge el mismo medio en el que se publica la columna referida.
"No, yo no voy a entrar a calificar el proceso judicial, si es lo justo o no. Yo la verdad me estoy preocupando por la persona, por el ser humano. Nunca voy a olvidar el primer día en que mi padre fue trasladado a la Diroes, a la prisión, es un día que nunca voy a olvidar, es sumamente desgarrador", decía el parlamentario a su salida de la cárcel, aunque aseguraba que aún existía en él cierto grado de rencor hacia el expresidente Humala: "rencor quizás, pero eso hay que irlo limando. Durante casi 17 años ambas partes [fujimorismo y sus opositores] hemos construido muros de odio, de rencor" pero que "ha llegado el momento de tumbar esos muros y de construir puentes".