MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los kirguises votan este domingo en un plebiscito para ratificar en la Constitución del país la adopción un sistema presidencial que arrebataría competencias al Parlamento y ampliaría los poderes del presidente en beneficio de la gran figura emergida a raíz de la última crisis política en el país, Sadir Japárov.
Japárov emergió como gran triunfador de las presidenciales de enero, que se celebraron al mismo tiempo que el primer referéndum sobre estos cambios, aceptados por aplastante mayoría. El plebiscito de este domingo trata sobre su adopción final en la Carta Magna y se espera igualmente la aprobación de la población kirguisa.
Una vez integrada en la Constitución, esta nueva estructura concederá definitivamente a Japárov poderes nunca vistos desde la independencia de la Unión Soviética: el número de mandatos presidenciales se ampliará a dos mandatos de cinco años en lugar de uno solo de seis años. Además, el número de parlamentarios se reducirá a 90 frente a los 120 actuales.
Finalmente, la enmienda prevé la creación de un Tribunal Constitucional y una nueva asamblea consultiva y no electa, el Qurultay del Pueblo, un proyecto emblemático del presidente Japárov, que suscita muchas críticas de opositores, abogados y activistas de la sociedad civil que temen más que nada una deriva autoritaria y la concentración del poder en manos de un solo hombre.
Kirguistán veía las elecciones de enero como cruciales para devolver la estabilidad al país tras el colapso político que comenzó en los comicios legislativos de octubre, donde los partidarios de Japárov salieron en masa para exigir regeneración política.
Las protestas desembocaron en la liberación de Japárov, encarcelado por participar en el secuestro de un gobernador durante una protesta a favor de la nacionalización de las minas de oro en el país, así como la disolución del Gobierno y la anulación de los resultados de las parlamentarias.