Actualizado 06/07/2018 22:08

Lenín Moreno considera que otorgar la nacionalidad ecuatoriana a Julian Assange fue una "tentativa fallida"

Lenín Moreno
REUTERS / STRINGER . - Archivo

   QUITO, 6 Jul. (Notimérica) -

   El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, considera que fue una "tentativa fallida" otorgar la nacionalidad, el pasado 12 de diciembre, al creador de WikiLeaks, Julian Assange, asilado en la embajada de este país en Londres.

   "Fue una tentativa fallida que no dio resultado (...) y, todo lo contrario, lejos de solucionar el problema, se puso más difícil hacerlo", ha expresado el mandatario este miércoles ante la prensa.

   Moreno también ha anunciado que su ejecutivo ha iniciado una nueva estrategia para resolver la situación de Assange en la embajada. "En esta nueva etapa hemos comenzado por donde se debería haber iniciado: conversando con las autoridades de Inglaterra", ha señalado.

   Asegura haber iniciado "un diálogo bastante fecundo, en el cual ellos nos han entregado cierto tipo de información para nosotros poder utilizarla en beneficio de la normativa internacional y en beneficio de los derechos del señor Assange".

   "No está dentro de nuestro deseo, no está en el deseo del señor Assange permanecer refugiado toda la vida. Es por eso que tenemos que encontrar una solución, y si lo hacemos en conjunto con el gobierno inglés, mucho mejor", ha asegurado.

   "Lo vamos a proteger en lo que respecto a su vida se refiere. Por su puesto, esto también tiene condiciones. Hay que cumplir las condiciones y el señor Assange, en más de una ocasión, ha rebasado estas condiciones y ha hecho declaraciones que no corresponden principalmente a la política de países amigos, y eso no está dentro de sus derechos de asilado", ha precisado Moreno.

   Con estas declaraciones, el político hacía referencia al anuncio que su gobierno hizo el pasado 28 de marzo, según el cual suspendía las comunicaciones de Assange con el exterior por violar el acuerdo con el que se había comprometido a no hacer declaraciones que supusieran una injerencia en asuntos internos de otros países.

   La presencia del australiano en la embajada consiste en un asunto espinoso para la administración de Moreno después de que en 2012 su predecesor, Rafael Correa, le concediese el asilo para evitar ser extraditado a Suecia, que por entonces lo reclamaba para juzgarlo por presuntos delitos sexuales.