Actualizado 28/12/2018 19:57

¿Qué es la Ley Magnitsky, la pesadilla de los corruptos en Iberoamérica?

Exministro de Rousseff y Temer detenido por corrupción puesto en libertad
PIXABAY - Archivo

   MADRID, 28 Dic. (Notimérica) -

   La Ley Magnitsky autoriza al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a imponer sanciones económicas a ciudadanos de todo el mundo que hayan cometido violaciones a los derechos humanos y actos de corrupción en sus propios países.

   No importa quiénes sean ni de dónde sean, por ello la norma se ha convertido en la principal pesadilla de los empresarios y/o políticos iberoamericanos que pagaron sobornos, lavaron dinero en sus países y se llevaron el dinero ilegal al exterior.

   Con esta norma, la Casa Blanca puede prohibir las visas y congelar los activos en territorio norteamericano de cualquier extranjero. En la práctica, explica la red de defensa de la libertad de expresión Ifex, aquellas personas cuyos nombres aparecen en la denominada lista Magnistsky, tienen vetado el ingreso a territorio estadounidense, y cualquier propiedad que posean en los EEUU puede ser embargada.

   "El Departamento de Estado está comprometido con proteger y promover los derechos humanos y combatir la corrupción con todas las herramientas a nuestra disposición. Estados Unidos continuará persiguiendo consecuencias tangibles y significativas para quienes cometen abusos graves contra los derechos humanos y se involucren en la corrupción", afirmó el entonces secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson tras la sanción de la nueva Ley Magnitsky, según informó 'Infobae'.

   De este modo, el pasado mes de julio EEUU aplicó esta ley a tres nicaragüenses vinculados al Gobierno del presidente, Daniel Ortega: al jefe policial de Nicaragua Francisco Díaz; al tesorero del Frente Sandinista, Francisco López; y al secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno. Todos ellos fueron señalados como parte del aparato represivo del régimen sandinista pero también por sus negocios sucios que les permitieron malversar miles de millones de dólares de fondos públicos.

   Cuantos más países sancionen sus propias normas como la Magnitsky más difícil será para los corruptos disfrutar de sus ganancias sucias. Este tipo de leyes, insisten desde Ifex, "ofrecen cierta corrección a una injusticia global paradójica en la que algunos provenientes de países represivos pueden operar con impunidad en casa y también beneficiarse de su riqueza en el exterior".