MADRID 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial estadounidense para Siria, Thomas Barrack, ha dicho sentirse "satisfecho" este lunes con la respuesta del Gobierno libanés a la propuesta de Washington para el proceso de desarme del partido-milicia chií Hezbolá.
"Agradecemos el tono equilibrado en respuesta a nuestra solicitud", ha subrayado tras mantener una reunión "fructífera y satisfactoria" con el presidente libanés, Joseph Aoun, en el Palacio de Baabda en la capital, Beirut.
Barrack ha afirmado que la Administración Trump está comprometida a "respetar Líbano" y "desea contribuir a su prosperidad", por lo que no obligará al país a cumplir con un plazo para el desarme, sino que apoyará al Gobierno en las decisiones que tome al respecto.
"Estoy seguro de que Israel quiere la paz con Líbano, pero cómo lograrla es un desafío", ha indicado Barrack en declaraciones a la prensa, agregando que "existe una oportunidad" para que "la región avance" hacia la estabilidad.
Más tarde, el enviado estadounidense se ha reunido con el primer ministro, Nawaf Salam, quien ha resaltado que "no existe una troika" al respecto, sino "intercambio y comunicación" entre las partes. "El documento de Barrack contiene disposiciones para detener las hostilidades y confinar las armas, empezando por el sur", ha dicho.
Barrack también ha mantenido un encuentro con el presidente del Parlamento de Líbano, Nabih Berri, en presencia de la embajadora de Estados Unidos en Líbano, Lisa Johnson, según ha recogido la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
En un principio, Barrack había dado de plazo hasta el próximo mes de noviembre para que las milicias de Hezbolá, afín a Irán, culminaran su desarme. Su visita a Líbano se produce después de que el secretario general de Hezbolá, Naim Qassem, expresase el domingo su rechazo a la 'hoja de ruta' planteada por Washington.
La propuesta implica el control estatal sobre todo el armamento y cuenta con el respaldo de Aoun, quien argumenta que la única entidad capacitada para defender el país debe ser el Ejército libanés. Las negociaciones sobre el desarme se enmarcan dentro de un precario estado de alto el fuego entre Hezbolá e Israel.