Publicado 12/06/2023 15:03

Líbano.- El exministro de Finanzas Yihad Azour oficializa su candidatura a la Presidencia de Líbano

Dice que "no supone un desafío para nadie" y dice que su candidatura "es un llamamiento a la unidad"

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

El exministro de Finanzas libanés Yihad Azour ha confirmado este lunes su candidatura a la Presidencia del país, vacante desde que concluyera el 31 de octubre el mandato de Michel Aoun, y ha afirmado que "no supone un desafío para nadie", ante el rechazo expresado por el partido-milicia chií Hezbolá y sus aliados.

Azour, quien fue hasta el fin de semana director del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Oriente Próximo y Norte de África, ha presentado la candidatura tras recibir el apoyo de varios partidos opositores y aspira a competir así con el líder del movimiento Marada, Suleiman Franyié, respaldado por Hezbolá y el también chií AMAL.

Así, ha explicado que espera que su candidatura "no sea el mínimo común denominador entre posiciones y proyectos de diferentes fuerzas políticas, sino el máximo común denominador entre los sueños de los libaneses, en una nación merecida por todos y que sea soberana, libre, independiente y próspera, en la que se pueda restablecer la experiencia libanesa, amenaza de desaparición".

Azour ha subrayado además que "no es hijo de una experiencia partidista" ni "defensor de una secta específica" y ha apostado por poner en marcha "todas las reformas necesarias" para mejorar la situación de la población, especialmente los jóvenes, que ahora no tienen más que "desesperanza", según ha informado el diario libanés 'L'Orient le Jour'.

"Mi candidatura es un llamamiento a la unidad", ha dicho el exministro de Finanzas libanés, que ha indicado que los problemas del país, especialmente "los gigantescos desafíos económicos y los graves problemas sociales", "pueden ser resueltos", si bien ha adelantado que no será una tarea fácil.

Por ello, ha manifestado que "tiende la mano a todos los componentes y fuerzas políticas para dialogar y lograr un consenso nacional del que Líbano tiene más necesidad que nunca". "Sólo tengo una misión, que es simple, pero enorme. Sacar al país lo antes posible de la situación anormal en la que se encuentra y fundar un futuro próspero", ha destacado.

En esta línea, ha abogado por "una independencia total de las injerencias extranjeras" y lograr "la protección total de los territorios y la soberanía" del país, así como "volver al Estado y sus instituciones, respetar la Constitución y aplicar de forma exhaustiva el acuerdo nacional". Azour ha mostrado por ello su voluntad de "ser un puente hacia el futuro, la reconciliación y la garantía de una coexistencia basada en la cooperación y la apertura".

El comunicado de Azour ha llegado un día después de que Franyié subrayara que "no se ha impuesto" a nadie como candidato y que "no tiene problema" a la hora de lograr un acuerdo sobre "un candidato patriótico y de unidad". "Empezamos el camino a partir de nuestra creencia en el diálogo y seguimos manteniendo esta creencia", dijo.

Franyié criticó además al Movimiento Patriótico Libre de Aoun por su apoyo a Azour y sostuvo que el partido "quiere un candidato de fuera del 'establishment', pero su candidato es hijo del 'establishment' y exministro de Finanzas", según ha recogido el portal libanés de noticias Naharnet.

El bloque parlamentario de Hezbolá anunció la semana pasada que participará en la sesión convocada el 14 de junio para intentar elegir al nuevo presidente de Líbano y confirmó que respaldará a Franyié tras rechazar la candidatura de Azour, al que describió como "un candidato de confrontación y desafío".

Para ser elegido, el presidente debe obtener el apoyo de dos tercios de los parlamentarios --86 de los 128-- en primera ronda o una mayoría absoluta en caso de que haya que celebrar más votaciones, tal y como contempla el artículo 49 de la Constitución libanesa.

Aoun fue elegido presidente en 2016 después de casi medio centenar de sesiones parlamentarias que se prolongaron durante dos años y medio. Líbano lleva varios años atrapado en una profunda y prolongada crisis política, económica y social que ha provocado que más del 70 por ciento de la población viva por debajo del umbral de la pobreza y un sistema bancario paralizado desde octubre de 2019.