JERUSALÉN, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Ejército israelí ha lanzado este domingo varios obuses de 155 milímetros contra la región de las Granjas de Sheba y las colinas de Kafar Shuba, en el sur de Líbano, en una nueva incursión transfronteriza israelí.
Los disparos fueron lanzados desde posiciones del Ejército israelí en Al Zaura, en los Altos del Golán sirios ocupados por Israel desde 1967, informa la agencia de noticias estatal libanesa, NNA.
Además, un dron israelí ha lanzado una bomba incendiaria en un pinar de la Granja de Bustra y ha provocado así un incendio, según informan varias televisiones libanesas.
"Los vecinos de Sheba, Halta y Kafar Suba están intentando sofocar el incendio", ha informado la NNA, que asegura que también han caído artefactos incendiarios en Yabal al Rus.
"Las fuerzas enemigas están quemando los bosques de las Granjas de Sheba para frustrar posibles intentos de infiltración", ha apuntado la agencia de noticias NNA.
Mientras, el Ejército israelí continúa moviendo arena para utilizarla como construcción defensiva en la región del parque de Al Wazani, en el distrito de Marjayún, una zona con frecuentes patrullas militares israelíes y sobrevuelos de drones militares.
Estos incidentes tensan aún más la situación tras la caída el pasado domingo en Beirut de dos drones militares israelíes, uno de reconocimiento y un segundo dron "suicida" cargado de explosivos. El partido-milicia chií Hezbolá ha asegurado que responderá a esta incursión israelí y ha subrayado que cuenta con misiles de precisión suficientes para cualquier enfrentamiento.
España cuenta con 600 militares destinados en la base Miguel de Cervantes en Marjayún, en el sur de Líbano fronterizo con Israel en el marco de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) bajo el amparo de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU garante del alto el fuego entre Israel y las fuerzas libanesas tras la guerra de 2006.
En el verano de 2006, durante aproximadamente un mes, Hezbolá se enfrentó al Ejército de Israel en una guerra que se saldó con 1.200 muertos en Líbano, civiles en su mayoría, y 158 fallecidos en Israel, militares en su mayoría.