Incendiado en Beirut 'el puño de la revolución', símbolo de las manifestaciones
MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los principales líderes políticos de Líbano han comparecido juntos este viernes en los actos por el Día de la Independencia, en la primera vez que se encuentran desde el estallido de las protestas antigubernamentales en octubre.
Entre los asistentes más destacados han estado el presidente, Michel Aoun; el primer ministro en funciones, Saad Hariri; el presidente del Parlamento, Nabih Berri; y los ministros de Defensa e Interior, Elías Bu Saab y Raya al Hasán, respectivamente.
El desfile militar ha sido celebrado en la sede el Ministerio de Defensa en la localidad de Yarzé, debido a que la ubicación habitual, en el centro de Beirut, está ocupada por los manifestantes, según ha informado la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
Por su parte, los manifestantes han convocado protestas en paralelo a los actos por el 76 Día de la Independencia para mantener su presión sobre las autoridades de cara a la formación de un gobierno tecnócrata en el país.
Durante la jornada, un asaltante no identificado ha incendiado el puño cerrado con la palabra 'revolución' escrita que fue colocado por los manifestantes en la plaza de los Mártires de Beirut, epicentro de las protestas.
Testigos citados por el portal local de noticias Naharnet han indicado que un hombre a bordo de una motocicleta ha lanzado material incendiario a primera hora del día antes de darse a la fuga.
Pese a los intentos de los manifestantes acampados en el lugar para extinguir las llamas, no han conseguido evitar que el símbolo haya quedado consumido. Por el momento se desconoce quién ha estado detrás del incidente.
En estos momentos, Hariri ejerce de primer ministro en funciones desde que el 29 de octubre dimitiera su Ejecutivo y ante la falta de un acuerdo entre las fuerzas políticas para la nominación de un sucesor y su aprobación por parte del Parlamento.
La semana pasada surgieron informaciones en los medios locales acerca de un acuerdo para nominar al cargo al exministro de Finanzas Mohamed Safadi, si bien éste mismo afirmó que no optaría al cargo y apostó porque Hariri se mantuviera en el puesto.
En este sentido, Bu Saab ha resaltado tras los actos de esta jornada que Hariri "no ha rechazado ni aceptado encabezar el próximo Gobierno, lo que retrasa la formación del Gabinete", si bien ha recalcado que la comunicación no se ha interrumpido.
"Antes o después, se formará un nuevo Ejecutivo y esperemos que esté a la altura de las reivindicaciones populares y pueda salvara al país en los planos económico y financiero", ha manifestado el ministro de Defensa.
Asimismo, ha hecho hincapié en la dificultad de acordar un gobierno tecnócrata. "¿Cómo puede obtener la confianza del Parlamento un Gobierno así, en medio de equilibrios políticos, comunitarios y confesionales?", se ha preguntado.
Las protestas en Líbano arrancaron a principios de octubre en medio del deterioro de la crisis y después de una caída de la moneda local por primera vez en las últimas dos décadas. El descontento se arrastraba ya desde julio, cuando el Parlamento aprobó un presupuesto de austeridad para hacer frente al déficit.
Líbano hace frente a una gran deuda pública y problemas financieros debido a la ralentización del flujo de capitales necesario para financiar al Gobierno, lastrado además por el escaso crecimiento y una elevada tasa de desempleo, cercana al 30 por ciento.