MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado este jueves la suspensión de sus trabajos en unas instalaciones habilitadas en Trípoli para la evacuación de migrantes y refugiados, por los riesgos de seguridad derivados del incesante conflicto entre las fuerzas leales a los dos gobiernos libios.
ACNUR ya expresó a principios de mes su preocupación por la seguridad de este centro, establecido como punto de tránsito para los refugiados que van a ser reubicados en otras países. Desde diciembre de 2018, casi 1.700 personas han sido evacuadas tras pasar por este complejo, que quedó prácticamente inutilizado tras la irrupción en julio de 2019 de unas 900 personas.
"Desafortunadamente, ACNUR no tiene otra opción que suspender sus trabajos, después de enterarse de que hay ejercicios de formación con policías y militares a solo unos metros de las unidades habitacionales para solicitantes de asilo y refugiados", ha anunciado el jefe de la agencia en Libia, Jean-Paul Cavalieri.
Este responsable teme que toda la zona se convierta en "un objetivo militar", lo que implicaría un mayor riesgo para quienes se encuentran en el interior del centro, tanto migrantes como trabajadores. ACNUR ya ha comenzado a trasladar a áreas más seguras a decenas de refugiados vulnerales pendientes de ser reubicados en otros países.
Además, la organización facilitará la evacuación de cientos de personas más a zonas urbanas, entre ellas 400 solicitantes de asilo que habían abandonado el centro de detención de Tajoura --afectado por un bombardeo en julio-- y otros 300 llegados desde el centro de Abu Salim.
Cavalieri confía en que ACNUR regrese al centro que ahora abandona "una vez sea seguro" y, entretanto, la agencia ha reiterado a todas las partes enfrentadas su obligación de proteger tanto a civiles como a infraestructuras clave.