Llaman a las fuerzas extranjeras presentes en el conflicto a abandonar el país
TRÍPOLI, 19 Ene. (DPA/EP) -
Alemania y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han pedido este sábado a todas las partes implicadas en el conflicto el Libia que se consiga un alto al fuego duradero y han exigido a las fuerzas extranjeras que abandonen el país, según ha informado el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
Estas afirmaciones se producen después del encuentro entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el príncipe de la corona de Abu Dhabi, Sheikh Mohammed Bin Zayed Al Nahyan, horas antes de la conferencia de paz a nivel internacional que se va a llevar a cabo este domingo en Berlín.
"La canciller y el príncipe de la corona han coincidido en que el conflicto de Libia no puede solucionar por una vía militar", ha dicho Seibert, que ha añadido que la paz y la estabilidad en Libia "se deben conseguir por la vía de la negociación".
"Desde el punto de vista de ambos líderes, el fin de la injerencia extranjera en los asuntos internos de Libia es una condición necesario para ello", ha subrayado el portavoz alemán.
Por su parte, Sheikh Mohammed bin Zayed Al Nahyan ha afirmado que su país "apoyará activa y rotundamente la implementación de los resultados de la conferencia de paz en Libia", en palabras de Seibert.
Emiratos Árabes Unidos es uno de los aliados más importantes del mariscal Jalifa Haftar, que controla una parte importante de Libia, frente al Gobierno de la capital, reconocido por la comunidad internacional, que encabeza Fayez Serraj.
ACABAR CON LA VENTA ILEGAL DE ARMAS
Por su parte, el jefe de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), Ghasán Salamé, ha hecho un llamamiento también a los combatientes extranjeros para que se retiren del conflicto del país.
"Hemos presentado un plan de seguridad en el que se prevé la retirada de todos los combatientes extranjeros, independientemente de su nacionalidad", ha afirmado Salamé en una entrevista en el periódico 'Asharq al Awsat'.
Salamé ha subrayado que el fin del comercio ilegal de armas en Libia también formará parte de la agenda de la conferencia de paz de este domingo.
La conferencia de Berlín se ha organización en colaboración con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que ha liderado las conversaciones para encontrar una solución pacífica al conflicto en Libia.
Entre los representantes que acudirán a este evento, se encuentra el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, o el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Erdogan ha insistido en su respaldo a Serraj y ha asegurado que Turquía "seguirá estando en Libia hasta que el gobierno legítimo esté a salvo". El presidente turco ha advertido a Europa de que una posible victoria del mariscal Jalifa Haftar contra el Gobierno libio reconocido por la comunidad internacional sería un "error histórico" y ha lamentado la "apatía" de la comunidad internacional a la hora de intentar poner fin a nueve años de guerra civil en el país norteafricano.
SITUACIÓN COMPLEJA
Berlín acoge este domingo una conferencia de paz para Libia sacudida en las últimas horas por un nuevo incidente que multiplica la, ya de por sí, compleja situación en la que vive desde hace nueve años, con dos gobiernos enfrentados y una decena de países involucrados, cada uno con sus propios intereses. Así, se ha producido la toma de varios puertos petroleros en el este del país por parte de Haftar, que ahora mismo controla el 60 por ciento del crudo libio.
Acuda finalmente o no a Berlín, Haftar será uno de los grandes nombres de la reunión. El comandante del Ejército Nacional Libio es el brazo armado del Parlamento de Tobruk.
Ahora mismo, Jaftar lleva asediando la ciudad desde el pasado mes de abril, ha conquistado la ciudad de Sirte y se dispone a efectuar un asalto sobre Misrata, donde está el grueso de las fuerzas de Trípoli.
Lo que ocurre este fin de semana es el resultado de un país desgobernado desde 2011, con la muerte del sátrapa Muamar Gadafi en 2011 en plena revolución árabe. Desde entonces, y a los ojos del exterior, Libia se ha convertido en un interés estratégico por su potencial energético y su capacidad de "estado tapón" ante la ola de migraciones.