BRUSELAS, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha pedido este martes a Malta que colabore con la operación militar de la UE en el Mediterráneo, tras su veto por considerar que la misión no afronta el problema de la migración, y ha insistido en que la solución no pasa por obstaculizar el funcionamiento de la misma.
"La solución no creo que sea dificultar la operación. Acabar con el conflicto en Libia es una condición para controlar el flujo de migrantes, por lo que en el medio plazo la mejor opción para Malta es estabilizar Libia y eso depende de la misión 'Irini', entre otras muchas cosas", ha defendido Borrell en rueda de prensa tras una reunión virtual de los ministros de Defensa de la UE.
Malta decidió retirarse de la nueva operación militar de la UE centrada en el embargo de armas en Libia en protesta por su diseño, ya que considera que no afronta el problema de la migración. Siguiendo el pulso, ha bloqueado en el seno de la UE decisiones sobre asuntos operativos y financieros de la misión.
Según Borrell, en las conversaciones que ha mantenido los últimos días con el ministro de Exteriores maltés, Evarist Bartolo, ha comprometido el apoyo de la UE para "movilizar todas sus capacidades" para ayudar a Malta ante el desafío migratorio, por lo que espera que afloje su posición en los próximos días con respecto a 'Irini'.
La Valeta alega que la misión no aporta "soluciones tangibles" a la presión migratoria en el Mediterráneo, un problema que afecta sobremanera a Malta que ha visto como las llegadas se han disparado un 400 por ciento en el último año. Además, a la difícil situación se suma que los centros de acogida tienen que afrontar las complicaciones derivadas del coronavirus.
Con todo, Borrell ha mandado un mensaje a las autoridades maltesas recalcando que la solución a este asunto no pasa por "dificultar" el lanzamiento de la operación naval de la UE. Ésta ya cuenta con buques franceses y medios aéreos luxemburgueses, pero, debido a los obstáculos de Malta, ha quedado durante unos días "medio operativa".
LA MISIÓN "NO ESTÁ CENTRADA EN NADIE"
Sobre las críticas vertidas por el primer ministro del Gobierno de unidad de Libia, Fayez Serraj, quien ha acusado a la operación de la UE de beneficiar al mariscal rebelde, Jalifa Haftar, el responsable de la diplomacia europea ha insistido en que la operación controla con medios aéreos y marítimos el embargo, por lo que "no se centra en nadie".
"El foco es el control del embargo de armas. Es lo que la UE puede hacer: controlar la ruta de armas y esto no está centrado en nadie", ha asegurado el Alto Representante, defendiendo la ecuanimidad de la operación militar europea.
En el fondo de las críticas se encuentra el propio diseño de la misión y las dudas sobre si implicará una intervención indirecta en el conflicto libio. Mientras que Egipto y Rusia, aliados del lado rebelde, hacen llegar suministros por la frontera terrestre; la vía marítima, que es la que será más controlada con buques europeos, es la que usa principalmente Turquía, que apoya al Ejecutivo reconocido internacionalmente y que lidera Serraj.