MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos tres niños y un adulto resultaron heridos este domingo en un bombardeo llevado a cabo por las fuerzas del mariscal de campo Jalifa Haftar contra un club ecuestre en la capital de Libia, Trípoli.
Fuentes citadas por el diario local 'The Libya Observer' han detallado que aviones de combate de Haftar llevaron a cabo el ataque en un momento en el que el centro estaba lleno de niños dando clases de equitación.
La Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) ha condenado el ataque contra el club, situado en el barrio de Janzur, y ha atribuido el bombardeo a las fuerzas de Haftar.
En su comunicado, ha destacado que su misión de investigación desplazada al lugar "pudo confirmar que un avión de combate lanzó bombas no guiadas contra el Club Ecuestre, una instalación civil, y que en el lugar no había material ni infraestructura militar".
"La UNSMIL condena en los términos más firmes este horrible ataque y reitera que los ataques contra civiles e infraestructuras civiles constituyen una grave violación del Derecho Humanitario y pueden constituir un crimen de guerra", ha manifestado.
Por último, la misión ha asegurado que "compartirá la información y las pruebas recabadas" por su misión de investigación con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y otras "entidades internacionales relevantes".
La ofensiva de Haftar contra la capital de Libia, iniciada a principios de abril, se ha saldado hasta ahora con más de un millar muertos, según datos de Naciones Unidas, que ha alertado de que esta cifra podría dispararse si los combates avanzan hacia el centro de la ciudad.
Haftar es leal a las autoridades asentadas en el este del país, que se disputan el poder de la totalidad del país con el Ejecutivo asentado en Trípoli, encabezado por Fayez Serraj y respaldado por una miríada de milicias.
Libia lleva sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 a raíz de un levantamiento popular y de la intervención de la OTAN. El proceso de mediación de Naciones Unidas para intentar impulsar un diálogo de paz no ha dado frutos hasta el momento.