MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha expresado este martes su "preocupación" por la expulsión sin garantías de al menos 1.400 migrantes y refugiados este año en el este de Libia, ya que representaría una violación del Derecho Internacional.
La mayoría de las expulsiones tendrían como destino Sudán, Níger, Chad y Somalia y, según la oficina que dirige Michelle Bachelet, se habrían efectuado sin tener en cuenta las obligaciones internacionales para evitar las devoluciones en caliente y la "expulsión colectiva".
Un portavoz del Alto Comisionado, Jeremy Laurence, teme que estos casos se repitan y ha apuntado que el Gobierno ya ha confirmado este mes la "evacuación" de unos 160 migrantes sudaneses, sin acceso a los procedimientos de asilo, a asistencia legal o cualquier otra mínima salvaguarda.
La oficina de Derechos Humanos de la ONU también ha aprovechado para recordar su recomendación de que, mientras dure la pandemia del coronavirus, se suspendan los retornos forzosos de migrantes "para garantizar los Derechos Humanos, la salud y la seguridad" de todos los afectados.
Por otra parte, Laurence ha reiterado la "grave preocupación" del Alto Comisionado por la suerte de miles de migrantes que permanecen recluidos en instalaciones oficiales "abarrotadas o poco higiénicas", así como en otras no oficiales "donde corren el riesgo de que se violen los Derechos Humanos".
A las dudas que la ONU ha venido reiterando sobre las condiciones de dichos centros se suma ahora el riesgo al contagio del coronavirus. Además, Laurence ha señalado que gran parte de estas instalaciones están situadas cerca de zonas donde persisten los combates entre las fuerzas leales al Gobierno de unidad y las lideradas por Jalifa Haftar.