Actualizado 05/05/2010 14:54

Lobo advierte de que su no reconocimiento internacional es un "castigo" para los hondureños

Porfirio Lobo, presidente de Honduras
Reuters


TEGUCIGALPA, 5 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente hondureño, Porfirio Lobo, defendió ayer martes que el no reconocimiento internacional de su Gobierno supone un castigo para sus ciudadanos pero se mostró confiado en que finalmente esto cambiará. Asimismo, durante el acto inaugural de la Comisión de la Verdad que investigará los hechos que llevaron al golpe de Estado del pasado 28 de junio, defendió que es el momento de "cicatrizar las heridas".

Lobo, que fue elegido en las elecciones celebradas el pasado mes de noviembre, subrayó que ante la falta de reconocimiento de su Gobierno por algunos países --entre ellos muchos iberoamericanos--, "los que más sufren son los que no tienen ninguna culpa".

"Porfirio Lobo Sosa es el presidente de los hondureños, pero atrás hay un pueblo que vive en condiciones difíciles y cuando nos castigan, castigan a ese pueblo, son las víctimas inocentes de las crisis", subrayó.

Sus declaraciones se produjeron mientras en Buenos Aires los presidentes de los doce países que integran la Unión de Naciones de Sudamérica (UNASUR) insistían en no reconocer al nuevo mandatario y amenazaban con boicotear la cumbre Unión Europea, América Latina y Caribe que se celebrará en Madrid el 17 y 18 de mayo si finalmente está presente Lobo.

Pese a ello, y a que Honduras tampoco ha podido regresar aún a la Organización de Estados Americanos (OEA), el presidente hondureño se mostró confiado en que el país saldrá adelante de esta crisis "con la ayuda de todos los amigos sobre todo este pueblo que necesita mucho de lo que es la solidaridad y la buena relación con todos los países. Vamos a triunfar".

En el acto de ayer en Tegucigalpa estuvo presente el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien en declaraciones al diario 'La Tribuna' dijo que para que pueda producirse el regreso de Honduras al organismo "aunque al final lo decidirán los países miembros, creo que hay cosas que todavía están pendientes, pero que podrían cumplirse".

En este sentido, dijo que "debe regresar el ex presidente (Manuel) Zelaya (depuesto en el golpe de Estado) porque mientras siga viviendo fuera de Honduras no puede haber reconciliación (...) la reconciliación es para quienes se pelearon, pero con Zelaya fuera no está completo". "Pero eso es una opinión de los países miembros, yo no he querido poner condiciones", aclaró.

Por su parte, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quien medió en la crisis política hondureña, había prometido el lunes a Lobo durante su visita a San José que trataría de persuadir a los presidentes de México, Felipe Calderón, y Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, para que reconozcan a su gobierno, dada la influencia que tienen en la región.

CICATRIZAR LAS HERIDAS

En otro orden de cosas, durante su discurso por la inauguración de la Comisión de la Verdad, Porfirio Lobo subrayó que "sólo el perdón cura y asimilar las lecciones de la historia, hará que seamos mejores hondureños". "El tiempo para la cicatrización de las heridas ha llegado. El momento de salvar los abismos que nos dividen ha llegado, el momento de construir es ahora", aseveró.

"Hoy ofrecemos otra muestra de nuestro firme propósito e inquebrantable voluntad de sanar las heridas, de aprender de nuestros yerros y de construir juntos el futuro, porque sólo el perdón cura y asimilar las lecciones de la historia nos hará mejores", defendió Lobo, subrayando que la finalidad de la Comisión no es juzgar, sino desentrañar los hechos de la crisis. "Tendremos que vernos frente a frente con nuestra propia verdad, por dura que ésta sea", remachó.