El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro
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   CARACAS, 13 Feb. (Reuters/EP) -

   El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha afirmado este miércoles que el líder opositor Juan Guaidó tendrá que responder "tarde o temprano" ante la Justicia por violar la Constitución y las leyes, en una entrevista concedida a la cadena de televisión libanesa Al Mayadín.

   El gobierno de Venezuela sostiene que Guaidó, quien se autoproclamó "presidente encargado" y a quien muchos países de América y Europa reconocen como presidente encargado, es un títere de Washington que busca derrocar a Maduro.

   El mandatario ha manifestado que Guaidó a intenta "dividir al país" y busca una "intervención extranjera", con lo que incurre en violaciones a las normas, al tiempo que ha subrayado que por ello el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Fiscalía General han tomado "cartas en el asunto".

   "Esta persona que cree que está en un juego, y que la política es un juego, y que puede violar la Constitución y los leyes. Más temprano que tarde tendrá que responder ante la justicia, ante las leyes. Tengo la seguridad absoluta", ha indicado.

   En este sentido, ha recordado que la Contraloría General ha anunciado una auditoría patrimonial a Guaidó por presuntamente recibir dinero de instancias nacionales e internacionales sin justificación.

   "Creen que por la vía de una payasada, de un teatro, pueden lograr dividir un país y lograr la intervención extranjero. Ahora todo esto tiene consecuencias legales, judiciales", ha explicado. El TSJ prohibió en enero la salida de Guaidó del país.

   El pasado 23 de enero, Guaidó se autoproclamó mandatario interino, un movimiento que han reconocido Estados Unidos, Canadá, la mayoría de países latinoamericanos y numerosos países europeos, incluido España. México, Uruguay y la UE, por su parte, han apostado por reactivar la comunicación entre las partes.

   Guaidó ha prometido convocar elecciones presidenciales esgrimiendo que las del pasado 20 de mayo, en las que Maduro basa su segundo mandato, iniciado el 10 de enero, no respetaron los estándares democráticos, una premisa que comparte la mayoría de la comunidad internacional.