MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) ha enviado una delegación a Malí para iniciar contactos con el Gobierno y un movimiento opositor que exige la salida del poder del presidente, Ibrahim Boubacar Keita, en un intento por acercar posturas y evitar el ahondamiento de la crisis política en el país.
La delegación, encabezada por el ministro de Exteriores nigerino, Kalla Ankouarau, inició sus contactos el jueves, cuando se reunió con Keita, y tiene previsto mantener nuevas reuniones en el país durante la jornada de este viernes.
El propio Ankouarau indicó tras la reunión con el presidente que "no se puede sacar ninguna conclusión por el momento" y que la delegación "intenta comprender la situación". "Las discusiones continuarán mañana", dijo, en referencia a este mismo viernes, según el diario maliense 'L'Independant'.
La CEDEAO ya se implicó con éxito en 2012 en un esfuerzo de mediación de la grave crisis política desatada en el país africano a causa del golpe de Estado, que puso fin al mandato de Amadou Toumani Touré, después de que las partes aceptaran su plan.
Keita dijo en un discurso dado el domingo que había escuchado el "enfado" de los manifestantes, convocados el 5 de junio por el destacado imam Mahmud Dicko y otros grupos opositores, mientras que el martes propuso el inicio de "consultas" con vistas a la instauración de un gobierno de unión nacional tras las elecciones celebradas el pasado 29 de marzo.
Sin embargo, Dicko rechazó la propuesta del mandatario y recalcó que la protesta convocada para este mismo viernes en contestación por la situación que atraviesa el país, golpeado por crisis a nivel económico y de seguridad.
En este sentido, uno de los responsables del Movimiento 5 de Junio, Choguel Maiga, ha destacado que "es prácticamente imposible anular esta marcha", si bien ha dicho que el grupo opositor "nunca ha rechazado" un diálogo.
"Sin embargo, hay diálogos y diálogos", ha manifestado, antes de pedir al presidente maliense un "juego limpio" en este proceso, según ha informado la emisora Radio France Internationale. Entre las peticiones de este movimiento están la dimisión de Keita y la disolución de la Asamblea Nacional y el Tribunal Constitucional.
Malí ha visto en los últimos años multiplicarse las acciones terroristas en su territorio, principalmente a manos de las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico en el Sahel. La actividad yihadista se ha ido extendiendo desde el norte al centro del país y ha contribuido a aumentar la violencia intercomunitaria, enfrentando a pastores con agricultores.
Como resultado de todo ello, en el país hay 4,3 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria y más de 250.000 desplazados internos, unos 40.000 más de los que había a finales de 2019, según datos de la ONU. A esta situación se ha sumado también ahora la COVID-19, con el consiguiente impacto socioeconómico que está teniendo la pandemia en todo el mundo.