MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Al menos seis soldados malienses han resultado heridos en un nuevo ataque de presuntos yihadistas contra una base en la región de Mopti, en el centro del país y actual epicentro de la actividad terrorista, según han informado las Fuerzas Armadas (FAMa).
En un mensaje publicado en Twitter, el Ejército ha informado de que su puesto en Dinangourou, en el círculo de Koro, ha sido "objeto de un ataque por parte de grupos armados terroristas hacia las 7.00 horas" de este jueves. "Durante el ataque, seis efectivos han resultado heridos", ha indicado, precisando que han sido evacuados.
Del lado enemigo, ha añadido el Ejército, "varios asaltantes han sido abatidos y calcinados" durante el ataque, en el que además también han quedado incineradas una veintena de motos. Además, los militares han contado con apoyo aéreo, llevándose a cabo varios bombardeos y está en marcha una operación de rastreo, ha añadido.
"El Gobierno saluda el compromiso heroico de las FAMa que han puesto en desbandada a los terroristas en Dinagourou", ha celebrado en su Twitter el ministro de Comunicación y portavoz del Ejecutivo, Yaya Sangaré.
"El Gobierno anima a las FAMa en su lucha contra el terrorismo bajo todas sus formas e invita a la población civil a seguir ofreciendo su apoyo" al Ejército, ha añadido.
El presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, ordenó la semana pasada el lanzamiento de una nueva operación militar que tiene como objetivo restaurar la presencia del Estado en las regiones del norte y el centro del país, las más golpeadas por las acciones de los grupos yihadistas.
Bajo el nombre 'Maliko', la operación se vertebrará en dos teatros de operaciones, uno en el este, que cubre las regiones de Gao, Ménaka y Kidal, con cuartel general en la ciudad de Gao, y otro en el centro, con las regiones de Ségou, Mopti, Tombuctú y Taudénit como ámbito de actuación y base en Sévaré, la capital de Mopti.
Por su parte, el primer ministro, Boubou Cissé, anunció el próximo reclutamiento de 10.000 soldados para reforzar la presencia del Ejército en todo el país, en un momento en que los grupos yihadistas han intensificado sus acciones, dejando decenas de muertos en las últimas semanas.
Malí ha venido registrando en los últimos meses un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.
El último de los ataques de envergadura en el país, ocurrido el 26 de enero, fue reivindicado por la coalición yihadista Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, rama de Al Qaeda en Malí. En el mismo, cuyo objetivo fue un cuartel en la región central de Ségou, murieron 20 gendarmes.