MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha afirmado que Malí atraviesa "una fase crítica" tras el nuevo golpe de Estado encabezado por el coronel Assimi Goita en mayo y ha destacado la importancia de mantener los compromisos de la transición abierta tras la asonada de agosto de 2020 contra Ibrahim Boubacar Keita, incluida la celebración de elecciones en febrero de 2022.
El jefe de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), El Ghassim Wane, ha manifestado ante el Consejo de Seguridad de la ONU que "no puede permitirse que el país caiga en un mayor inestabilidad" y ha advertido de que ello tendría "consecuencias drásticas para la subregión y más allá".
Tanto Goita, quien ha sido nombrado como presidente, como el nuevo primer ministro, Choguel Maiga, han prometido que respetarán el calendario de transición, lo que ha llevado al jefe de la MINUSMA a destacar que "estos compromisos tienen que traducirse en acciones urgentes y concretas, lo que requiere una contribución constructiva de todos los actores malienses".
"Ha llegado el momento de que los líderes malienses se eleven por encima de las políticas partidistas y los intereses partidistas y trabajen juntos lo antes posible para abordar la crisis, en línea con los intereses de su país y su futuro", ha manifestado Wane.
Por otra parte, ha señalado que la situación de seguridad sigue siendo preocupante en el norte y el centro del país a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas y los enfrentamientos intercomunitarios, antes de agregar que en estos momentos hay más desplazados que durante el pico de la crisis de junio de 2013.
En este sentido, Wane ha advertido de las "preocupantes" informaciones sobre violaciones de los Derechos Humanos y ha recordado que las amenazas de los grupos armados han forzado el cierre de casi la mitad de las escuelas en el centro del país africano.
Por último, Wane ha reconocido que hay personas que quieren que la MINUSMA tenga un papel más activo y ha destacado que hay partes del país en la que la misión es la única que da seguridad debido a la ausencia del Estado, si bien ha incidido en que "la MINUSMA no estará en posición de responder a todas las expectativas de las poblaciones locales".
Goita, quien era vicepresidente y líder de la antigua junta militar instaurada tras la asonada de agosto de 2020, juró la semana pasada el cargo como nuevo presidente tras el segundo golpe de Estado que encabeza en el país africano. Días después, Maiga, alto cargo del opositor Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP), desveló la composición del nuevo Gobierno.
Goita garantizó a la comunidad internacional durante su discurso de toma de posesión que "Malí va a honrar sus compromisos" y ha destacado que se respetarán los plazos previstos para las próximas elecciones, que deberían tener lugar en febrero de 2022.
El desencadenante de la nueva crisis fue la reciente dimisión del primer ministro, Moctar Ouane, en medio de nuevas protestas opositoras, tras lo que el anterior presidente, Bah Ndaw, le volvió a nombrar para el cargo.
Así, el 24 de mayo desveló la composición del nuevo Gobierno, con militares en las principales carteras pero sin importantes figuras de la junta instaurada tras el golpe que derrocó en agosto de 2020 a Keita.
Tras su detención, Goita procedió a su cese un día después argumentando que el anuncio del nuevo Ejecutivo supone "una voluntad manifiesta del presidente de transición y del primer ministro de ir hacia una violación de la hoja de transición, contrariamente al juramento que hicieron durante su investidura del 25 de septiembre de 2020".