Publicado 13/02/2020 20:22

Manifestantes piden la dimisión de la presidenta de la comisión electoral tras ser anuladas las presidenciales en Malaui

Malaui.- Manifestantes piden la dimisión de la presidenta de la comisión elector
Malaui.- Manifestantes piden la dimisión de la presidenta de la comisión elector - GETTY IMAGES / MARK WILSON - Archivo

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

Miembros de una organización civil de Malaui se han manifestado este jueves en varias ciudades del país, incluida la capital, Lilongüe, para reclamar la dimisión de la presidenta la Comisión Electoral de Malaui (CEM), Jane Ansah, tras la anulación de las presidenciales de 2019.

Según las informaciones recogidas por el diario 'Nyasa Times', miembros de la Coalición de Defensores de los Derechos Humanos (HRDC) han cerrado con cadenas la sede de la CEM en la ciudad de Blantyre y tras una marcha desde el Estadio Kamuzu.

En la capital, la protesta ha estado encabezada por el presidente de la organización, Timothy Mtambo, y ha contado con una importante presencia policial, si bien no se han registrado incidentes.

"Ha llegado la hora", ha dicho Mtambo, quien ha agregado que "este movimiento de cambio es como un virus asesino". "Se extenderá y será imparable. Viva Malaui", ha manifestado, en declaraciones ante los concentrados.

Ansah compareció el miércoles ante un comité parlamentario y negó haber cometido irregularidades, al tiempo que defendió que la CEM aceptara hojas con resultados electorales llenas de Tipp-Ex, una de las irregularidades denunciadas por la oposición.

"No hay pruebas que muestren que el Tipp-Ex se usó para favorecer a un candidato", dijo, antes de agregar que el fallo del Tribunal Constitucional anulando las elecciones "no es final". En este sentido, señaló que dimitirá si el veredicto es definitivo.

El Constitucional rechazó el miércoles la petición del presidente del país, Peter Mutharika, y la comisión electoral para suspender la aplicación de la anulación de las presidenciales.

En un fallo unánime adoptado el 3 de febrero, el Constitucional dijo que sólo había podido verificar la autenticidad del 23 por ciento de las hojas de resultados, por lo que ordenó que se celebraran nuevas elecciones en un plazo de 150 días.

"Nuestras conclusiones indican que las irregularidades y anomalías fueron tan generalizadas, sistemáticas y graves que la integridad de los resultados está comprometida", manifestó, el presidente del Constitucional, Healey Potani.

En respuesta, Mutharika afirmó que la decisión "inaugura la muerte de la democracia" en el país. "Como muchas personas en Malaui, mi equipo legal y yo tenemos graves dudas sobre el fallo", dijo.

Los líderes del Partido del Congreso de Malaui (MCP) y del Movimiento Unido de Transformación (UTM), Lazarus Chakwera y Chilima, respectivamente, denunciaron los resultados por supuestas irregularidades.

EL CONTEXTO POLÍTICO

Mutharika se impuso en los comicios con un 38,57 por ciento de los votos, por delante de Chakwera, quien se hizo con un 35,41 por ciento. En tercer lugar quedó el exvicepresidente Chilima, con un 20,24 por ciento.

Desde entonces se han sucedido las protestas en el país para reclamar la salida del poder de Mutharika y protestar por el supuesto fraude electoral y la gestión de los comicios por parte de Ansah.

Mutharika llegó al poder en 2014 y se le atribuye el mérito de mejorar las infraestructuras y reducir la inflación, pero en los últimos tiempos se ha enfrentado a acusaciones de corrupción y de beneficiar a las regiones rurales, donde tiene su nicho electoral.

Malaui se independizó de Reino Unido en 1964 y, después de una primera época de estabilidad económica y social, gracias en parte a las ventas de té y tabaco, su deuda pública se ha disparado y la pobreza se ha profundizado. Las denuncias sobre fraude electoral han desatado protestas en algunos feudos opositores.

De hecho, Chilima anunció en mayo de 2018 que abandonaba el gubernamental Partido Demócrata Progresista (DPP) debido al "vergonzoso nivel" de corrupción en el país y prometió abrir investigaciones y acabar con la impunidad en caso de hacerse con la victoria en las urnas.

El país ha sido uno de los más estables políticamente de África desde su independencia. El sistema de partido único terminó en 1993 y desde entonces se han celebrado elecciones multipartidistas cada cinco años, siendo estas las sextas desde el inicio de dicho periodo.