MONTEVIDEO, 26 Oct. (Notimérica) -
Uruguay celebra este domingo elecciones presidenciales que, según encuestadores, serán el prefacio de una segunda vuelta electoral entre el favorito, el candidato oficialista Tabaré Vázquez, y su rival conservador Luis Lacalle Pou.
El sucesor del presidente izquierdista José Mujica tendrá que tomar decisiones sobre temas sensibles como la reciente legalización de la producción y venta de marihuana o el refugio ofrecido a presos de la base estadounidense en Guantánamo.
En lo que respecta a la marihuana, el oficialista Tabaré Vázquez ha dicho que seguirá adelante con la ley de regulación del cannabis, vigilando de cerca su funcionamiento para hacer ajustes en caso de ser necesarios. También apuesta por la prevención del consumo y a la rehabilitación de los consumidores problemáticos.
Mientras tanto, Lacalle Pou enviará un proyecto de ley al Parlamento para derogar los artículos de la ley que permiten la producción y venta de marihuana, si bien apoya el autocultivo y los clubes de fumadores, informa Reuters.
Por lo que respecta a otro de los asuntos más polémicos, el refugio ofrecido por Mujica a presos de la base estadounidense en Guantánamo, Tabaré Vázquez apoya la llegada de seis presos de Guantánamo, tal como acordó con Estados Unidos el actual presidente uruguayo, con quien coincide en que se trata de una medida "humanitaria".
A su vez, Lacalle Pou está en contra del arribo de presos de Guantánamo a Uruguay, porque considera que pueden representar un riesgo para la seguridad pública.
Pero no sólo en estos dos temas discrepan, como es lógico, los dos aspirantes a presidir Uruguay los próximos cinco años a partir de marzo del 2015.
Por ejemplo, en el caso de la educación, el candidato oficialista ha prometido que el presupuesto nacional se incrementaría del actual 4,5 hasta el 6 por ciento del PIB, mientras que el conservador Partido Nacional no planea un incremento presupuestario para la educación, sino una reorientación de las erogaciones.
LEY QUE REGULA LA MARIHUANA
La Cámara de Diputados de Uruguay aprobó en verano del año pasado, por 50 votos a favor (justamente los que necesitaba para salir adelante) y 46 en contra el proyecto de ley para legalizar el cultivo, la distribución y la venta de marihuana, presentado por el partido del presidente, José Mujica, el Frente Amplio (FA).
Meses más tarde, en concreto, el 10 de diciembre, el Parlamento aprobó la ley que habilita y regula el mercado de la marihuana, convirtiendo a Uruguay en el primer país en el mundo en legalizar su producción y venta. La iniciativa busca combatir el narcotráfico arrebatándolo mercado.
La Ley, promulgada a finales de diciembre por el mandatario uruguayo, establece que el cannabis psicoactivo podrá venderse en las farmacias. Habrá para ello una lista de consumidores que podrán adquirir hasta 40 gramos al mes de cannabis, y se autorizará hasta seis plantas para consumo personal. También se habilitarán los "clubes de cultivadores".
El decreto que permite la entrada en vigor de la ley, firmado en mayo, establece que los uruguayos que quieran consumir marihuana pueden cultivarla en su propio domicilio, comprar en farmacias habilitadas por el Ministerio de Salud Pública o ser miembros de un 'club cannábico'. Estas elecciones son excluyentes, de tal forma que quienes planten para consumo personal o formen parte de un club no pueden acudir a una farmacia.
La comercialización de la marihuana en farmacias de Uruguay no ha comenzado todavía, pero un amplio número de farmacéuticos se ha negado ya a venderla por miedo a posibles problemas de seguridad o a perder la confianza de sus clientes.
Por otro lado, unos 400 uruguayos se habían inscrito hasta mediados de septiembre oficialmente para plantar marihuana en su vivienda desde que se abrió el proceso de registro el pasado 27 de agosto.