MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El partido del expresidente de Bolivia Evo Morales, Movimiento Al Socialismo (MAS), se ha visto obligado a posponer sin fecha su congreso orgánico, que estaba previsto para el 3 de junio, ante el empeoramiento de la situación de la pandemia de COVID-19 en la nación andina.
Así lo ha anunciado el vicepresidente del MAS, Gerardo García, que ha detallado que la decisión se ha tomado en consultas con las autoridades locales de la agrupación política. "Lo sorprendente es que están cayendo (enfermos) nuestros hermanos. Por eso hemos decidido postergar el congreso hasta nuevo aviso", ha señalado en declaraciones a Unitel, informa el diario 'Página Siete'.
El presidente del Consejo Municipal de Sacaba, Daniel Escalera, militante masista, falleció el sábado debido a la COVID-19. Morales ya había anticipado la postergación de la cita, en la que se preveía confrontación entre los diversos sectores del MAS, el domingo.
Multitud de voces piden una renovación en el seno del MAS, en el marco de la tensión existente entre los dirigentes tradicionales y los intentos de miembros más jóvenes de sentarse a la mesa. Entre otras cosas, en el congreso iba a modificarse el estatuto interno del partido y uno de los cambios busca prohibir que personas que han ostentado cargos con el partido se postulen a elecciones por otras agrupaciones políticas.
Hace un mes, Morales ya admitió que en el MAS hay "división" y "corrupción", al tiempo que denunció "antievismo" en el Gobierno de Bolivia. El exdiputado del MAS Remberto Calani avanzó poco antes que se prevén cambios en la cúpula de la agrupación política, después de la derrota sufrida en las elecciones departamentales de la nación andina, pero aseguró que los cambios no afectarían a Morales, que fue jefe de campaña en los comicios.
Tras la derrota en La Paz, Chuquisaca, Tarija y Pando, el MAS únicamente conserva los departamentos de Cochabamba, Oruro y Potosí. Ha perdido tres desde las últimas elecciones subnacionales.
Los contagios en el marco de la tercera ola marcaron un récord el pasado viernes, con más de 3.000 y cerca de 80 fallecidos. Las autoridades bolivianas, que han constatado más de 350.000 casos y más de 14.000 fallecidos a causa de la COVID-19 hasta el momento, prevén que la tercera ola alcance su pico durante las dos primeras semanas de junio.