Publicado 28/09/2019 03:53

México.- Las autoridades de México excavan un vertedero en busca de los estudiantes desaparecidos hace cinco años

Familiares de los 43 'normalistas' desaparecidos en Iguala
Familiares de los 43 'normalistas' desaparecidos en Iguala - EDGARD GARRIDO - Archivo

TEPECOACUILCO, 28 Sep. (Reuters/EP) -

Los investigadores de México han rastreado un vertedero este viernes en busca de algún rastro de alguno de los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos hace cinco años, con motivo de la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de revelar lo que les pasó a los estudiantes.

El vertedero es uno de los últimos frentes en una búsqueda que ha producido más preguntas que respuestas desde que los estudiantes desaparecieran en la noche del 26 de septiembre de 2014, desatando la indignación internacional.

El Gobierno no ha dado detalles hasta ahora sobre lo que se ha encontrado en el lugar, aunque el viceministro de Interior de México, Alejandro Encinas, ha insinuado que resultaría significativo. "Ahora nos hemos dado cuenta de que este es un sitio importante, un sitio muy importante", ha destacado Encinas.

Las autoridades del país anunciaron la semana pasada que la investigación había estado tan plagada de errores que habían decidido comenzar "prácticamente desde cero". Ubicado en Tepecoacuilco, a pocos kilómetros de la sudoccidental ciudad de Iguala, donde los estudiantes fueron secuestrados, el basurero es uno de los sitios en donde las autoridades han buscado en las últimas semanas, explicó Encinas el jueves, con una camiseta estampada con el número "43" en recuerdo de los estudiantes.

Las autoridades han encontrado 184 cadáveres hasta ahora, ha indicado Encinas, pero ninguno de ellos pertenecía a los estudiantes desaparecidos. Según el gobierno de Peña Nieto, la banda local de narcotraficantes Guerreros Unidos confundió a los estudiantes con miembros de un grupo rival, los mató, incineró sus cuerpos en otro basurero cercano y arrojó sus restos a un río.

Más tarde, un grupo de expertos independientes detectó varias lagunas en la versión oficial de los acontecimientos presentados en 2015. En la cercana ciudad de Huitzuco, Marco Moyo dijo que se sintió alentado al ver a los investigadores tomando nuevas medidas en la búsqueda. "Es interesante verlos mirando en diferentes lugares donde no habían mirado antes", ha señalado Moyo, un estudiante de 30 años de edad. "Probablemente podrían encontrar pistas diferentes."

En este sentido, ha afirmado que siente que la sensación de indignación alrededor de la desaparición de los estudiantes se está desvaneciendo con cada año que pasa. "Son demasiadas (las personas desaparecidas)", ha lamentado Moyo. "Las autoridades no dedican tiempo a investigarlos, y tampoco hay interés en investigarlos", ha concluido.

CASO IGUALA

El 26 de septiembre del 2014, un centenar de estudiantes pertenecientes a la escuela de magisterio rural de Ayotzinapa llegaron a Iguala, en el estado de Guerrero, para apoderarse de autobuses que iban a utilizar para acudir a una protesta en la capital, cuando fueron atacados a tiros por policías municipales y sicarios.

Tres murieron durante las primeras horas del ataque, mientras que los restos calcinados de otro más fueron hallados más tarde e identificados. Los otros 42 continúan desaparecidos.

Los familiares de los jóvenes nunca dieron credibilidad a las conclusiones del entonces fiscal Jesús Murillo, que según abogados conocedores del caso trató de cerrar el caso cuanto antes porque perjudicaba al Gobierno.

Uno de los aspectos fundamentales es esclarecer qué papel jugaron esa noche la Policía Federal y el Ejército, que estaban al tanto de los movimientos de los estudiantes, pero no intervinieron para impedir el ataque contra los jóvenes desarmados y en pleno centro de la ciudad. Al parecer una patrulla de la Policía Federal llegó a detener uno de los autobuses en los que se desplazaban los estudiantes.