Actualizado 05/12/2011 19:04

Calderón advierte de que el narcotráfico es "una abierta amenaza a la democracia" en México

El Presidente De México, Felipe Calderón.
EUROPA PRESS/PRESIDENCIA DE MÉXICO


MÉXICO DF, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente mexicano, Felipe Calderón, defendió una vez más la lucha que emprendió hace cinco años contra los cárteles de la droga, al advertir de que el crimen organizado se ha convertido en "una abierta amenaza a la democracia" que, de no haberse enfrentado, hubiese avanzado aún más en la sociedad y en las instituciones públicas.

"Era fundamental tomar la decisión misma de combatir al crimen con toda determinación y pese a la adversidad" porque "de no haberlo hecho, los criminales habrían avanzado inexorablemente sobre la sociedad y las instituciones", aclaró Calderón, durante un extenso discurso al iniciar su sexto y último año de gobierno.

Calderón tuvo que reconocer se ha hecho "evidente" la intervención de la delincuencia organizada en las elecciones regionales, sin embargo consideró que se trata de un "dato nuevo", a pesar de que organizaciones han denunciado en varias ocasiones que algunos partidos políticos han pactado con el crimen para conseguir más votos, como habría ocurrido en los recientes comicios celebrados en el estado de Michoacán (oeste).

Esta realidad "se constituye en una abierta amenaza a la democracia" que, según el mandatario, debe enfrentarse con todo el rigor. "Por eso digo que quienes afirman que hubiera sido mejor no meterse con los criminales están rotundamente equivocados", destacó, en respuesta a las críticas que ha tenido su estrategia contra el narcotráfico.

A pesar de que le ha tocado enfrentar la peor ola de violencia que ha vivido ese país fronterizo con Estados Unidos, Calderón recordó de que el narcotráfico es un problema que se viene "gestando a lo largo de décadas" y que es ahora que muestra "su verdadero rostro, un rostro de violencia, un rostro de maldad, que México no había visto hace mucho tiempo".

Así, aprovechó para recriminar a los anteriores gobiernos y las administraciones locales por su "pasividad" ante esta situación porque esa postura ayudó a la "expansión" de los cárteles de la droga e "hizo que el problema se multiplicara".

"Mientras más violentos y mientras más agresivos sean los grupos con la sociedad, más enérgica será la respuesta del Gobierno en contra de ellos", insistió el mandatario.

VIOLACIONES A LOS DDHH

Desde que Calderón asumió la presidencia en diciembre de 2006, unas 45.000 personas han fallecido en hechos relacionados con el crimen organizado. Algunos de estos muertos serían consecuencia del despliegue en las zonas más conflictivas de miles de militares, a los que se les acusa de cometer delitos contra la población civil.

Al igual que anteriores discursos, el mandatario mexicano aseguró que la lucha contra el narcotráfico se está desarrollando "con la fuerza de la legalidad y la justicia" y con "apego a los Derechos Humanos", pero reconoció que, en medio de esta guerra, se han producido violaciones de los derechos fundamentales.

Esta penosa situación obligó a su gobierno a realizar una inédita reestructuración de las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia, especialmente, de las policías municipales y estatales, debido al alto número de agentes que han sido arrestados por su vinculación con los cárteles de la droga.

A pesar de las denuncias, Calderón alabó los resultados que hasta ahora arrojado su política de seguridad. "Por lo primero, amigos, hemos enfrentado a los criminales con toda determinación. De la lista de los 37 criminales más peligrosos que publicamos en 2009, ya 21 de ellos han sido capturados o han fallecido, sea resistiéndose al arresto, o en manos de otros criminales", destacó.

NACIONES CONSUMIDORAS

Por otra parte, Calderón consideró fundamental la colaboración de otros países en esta lucha contra el narcotráfico, especialmente, de aquellos que son grandes consumidores de droga como Estados Unidos, donde los criminales "encuentran su principal renta y donde obtienen los recursos que los vuelven poderosos".

"Ante una demanda de drogas que no ha podido o no ha querido ser controlada a nivel mundial, las naciones consumidoras tienen una responsabilidad y es impostergable que éstas exploren todas las alternativas lícitas que permitan disminuir las enormes ganancias de los delincuentes que obtienen de un consumo creciente e irresponsable de sus propias poblaciones", señaló.

También hizo un llamamiento para impulsar un "debate a nivel internacional sobre la manera en que el mundo está enfrentando u omitiendo resolver este problema del tráfico de drogas".