CIUDAD DE MÉXICO, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Policía mexicana, agentes del servicio secreto y miembros del Ejército han tomado la ciudad turística de Cancún, previamente a la llegada del presidente estadounidense, George W. Bush, que se reunirá mañana con su anfitrión, Vicente Fox, así como con su homólogo canadiense, Stephen Harter.
Cada uno de los automóviles que tratan de llegar a las playas está siendo revisado, en orden de intentar impedir disturbios, puesto que se espera la llegada en el día de hoy a este complejo turístico de miles de activistas antiglobalización, que mañana celebrarán una manifestación en la zona en protesta por la presencia del mandatario norteamericano.
Según la información facilitada por la Policía mexicana, en total participarán en el operativo de seguridad más de 2500 agentes, de los que 1.500 son policías nacionales, 500 de las fuerzas especiales, 100 del Estado Mayor de la Presidencia, 100 militares de las Fuerzas Armadas, otros 100 de la secretaría de la Defensa Nacional, además de 50 agentes de inteligencia estadounidenses, que ya están apostados en las partes altas de los edificios de la zona hotelera, recoge el diario local 'El Universal'.