MEXICO, 18 Feb. (EP/AP) -
El candidato presidencial del partido gobernante, Felipe Calderón, realizó una visita imprevista a la ciudad central de Puebla, el viernes, y pidió a los legisladores estatales comenzar un proceso para destituir a un gobernador acusado de participar en un plan para encarcelar a una periodista.
El gobernador de Puebla, Mario Marín, fue implicado en el caso luego que algunos medios mexicanos publicaron la grabación de una conversación telefónica. En la cinta, Marín habla supuestamente con el empresario Kamel Nacif, sobre la forma de tomar represalias contra la periodista Lydia Cacho.
Cacho había escrito un libro en el que vinculaba a Nacif con una banda dedicada a la explotación sexual de menores.
Calderón, postulado para los comicios del 2 de julio por el Partido Acción Nacional (PAN), en el que milita el presidente Vicente Fox, presentó una solicitud formal para pedir que los legisladores destituyan a Marín. La ciudad de Puebla es la capital del estado del mismo nombre.
Decenas de reporteros y fotógrafos, así como legisladores del PAN en Puebla, se unieron a Calderón en el acto, causando tal tumulto que las autoridades tuvieron que bloquear varias calles cercanas al edificio de la legislatura estatal.
La escena tuvo lugar después de que miles de personas salieron a las calles céntricas de Puebla, para apoyar a Marín. Al presentar su solicitud, Calderón salió a la calle y habló a un millar de simpatizantes, muchos de quienes portaban carteles con mensajes de crítica a Marín, del Partido Revolucionario Institucional.
Quienes apoyaban a Calderón no se encontraron en el camino de la marcha de simpatizantes de Marín.
El jueves, la Cámara de Diputados de la nación instó al gobernador a renunciar. En la tribuna de la cámara alta, un senador mostró dos botellas de coñac y proclamó que ése era el precio de la justicia en Puebla.