SCOTTSDALE (ESTADOS UNIDOS), 4 Oct. (EP/AP) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó hoy una ley de seguridad nacional que incluye fondos para la construcción de un muro en la frontera con México con el objetivo de impedir la entrada en el país de inmigrantes ilegales. En este sentido, Bush afirmó que los estadounidenses quieren una frontera más segura y que la ley, por sí sola, no funcionará sin tomar este tipo de medidas.
Frente a un paraje montañoso de Arizona --un estado ampliamente envuelto en el debate sobre la inmigración irregular-- el mandatario firmó la ley que designa 35.000 millones de dólares (27.500 millones de euros) para la seguridad nacional y que confirma el muro de cientos de kilómetros en el más transitado punto de entrada de la frontera y que costaría 1.200 millones de dólares (944 millones de euros).
Durante su discurso en Scottsdale (Arizona), el presidente estadounidense destacó que "esta ley hará que éste (Estados Unidos) sea un país seguro para todos sus ciudadanos".
En su opinión, las medidas de seguridad por sí solas no frenarán la inmigración ilegal, por lo que pidió al Congreso que apruebe un programa para trabajadores invitados a fin de contratar de manera legal a nuevos obreros extranjeros y ofrecer a parte de los aproximadamente 11 millones de indocumentados la posibilidad de convertirse en ciudadanos estadounidenses.
"Los fondos que el Congreso ha asignado son muy importantes en nuestros esfuerzos para asegurar la frontera y hacer cumplir nuestras leyes", subrayó Bush, al tiempo que puntualizó que reconoce que "la implementación de la ley, por sí sola, no funcionará". De este modo, señaló que Estados Unidos necesita "una reforma de conjunto que ofrezca una vía legal para personas que trabajan aquí sobre una base temporal".
Entre otras cosas, Bush explicó que el dinero asignado a la seguridad empleará equipo de detección nuclear para puntos de ingreso a Estados Unidos, elevará los estándares de seguridad en plantas químicas, ofrecerá mejores herramientas para hacer cumplir las leyes de inmigración, y proporcionará barreras hechas con vehículos, luces y cámaras infrarrojas a fin de impedir la entrada a indocumentados.
"Esto es lo que quiere el pueblo en este país. Quiere saber que estamos modernizando la frontera para hacerla más segura", concluyó el mandatario estadounidense.