Actualizado 28/03/2006 15:50

México/EEUU.- Bush dice que EEUU no se involucrará en las elecciones mexicanas y trabajará con quien gane el 2 de julio

Rechaza una amnistía generalizada pero propone un programa de trabajo temporal que quitará presión a la Patrulla Fronteriza


MEXICO DF, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afirmó ayer de forma categórica que su país no se involucrará en las elecciones mexicanas y que está dispuesto a trabajar con quien suceda al actual mandatario, Vicente Fox, tras los comicios del 2 de julio. Además, aseguró que la relación bilateral es mucho más que el tema de la migración y destacó que en comercio el vínculo es "fuerte y vital".

"Estoy seguro de que va a haber toda clase de especulaciones sobre si Estados Unidos se involucra o no en la elección, y no lo haremos, pura y simplemente", declaró Bush en una entrevista al diario local 'El Universal', recogida por Europa Press, en la que subrayó que mantendrá su relación con Fox, "como líder de nuestro importante amigo del sur", hasta que tome posesión quien resulte electo.

Así, Bush aseguró que es muy importante que el Gobierno de México continúe con lo que ha hecho hasta ahora, o sea "dejar claro al pueblo estadounidense que tenemos responsabilidades ambos lados de la frontera", y agradeció al presidente Fox los recientes anuncios publicados en la prensa estadounidense en los que se subraya la importante relación entre México y Estados Unidos.

En este sentido, el presidente reconoció que México "ha sido y será" un tema "vital" para los futuros mandatarios estadounidenses en la Casa Blanca por lo que, según destacó, es muy importante que trabajemos sobre una relación que tiene una base de beneficio mutuo, así como "apertura y sinceridad" cuando se trata de abordar temas "difíciles".

Uno de esos temas, sin duda, es el fronterizo, momento en el que Bush apostó por ser capaces de trabajar conjuntamente para mantener elevado el nivel de vida de ambos países. "Yo creo que mejor que amurallarnos la cooperación --como hemos hecho en el TLC-- de tratar con disputas de una forma abierta, nos permitirá dejar algo más allá de nuestros respectivos mandatos", subrayó.

Poco después de hacer una nueva defensa pública de su política migratoria, el mandatario estadounidense insistió en rechazar la concesión de una amnistía para los indocumentados. Sin embargo, dejó entreabierta la puerta a una "legalización ganada" al opinar que el Congreso debe incrementar el número de visados para dar cabida a solicitantes.

"Un programa de trabajadores temporales que permita que la gente cruce nuestra frontera legalmente para hacer el trabajo que los estadounidenses no hacen (...) quita mucha presión a los agentes de nuestra Patrulla Fronteriza (...) y creo hará más fácil asegurar la frontera", agregó Bush.

Por otro lado, advirtió de los peligros del proteccionismo y dijo que los líderes deben combatirlo pero aseguró también que en ese sentido hay un llamamiento para que los países trabajen juntos para enfatizar sobre las instituciones democráticas "que son vitales para una sociedad estable y funcional", entre las que enumeró medidas anticorrupción, prensa libre o libertad de religión.

Las declaraciones de Bush coinciden con la decisión del comité judicial del Senado de concluir una propuesta de ley para la reforma migratoria que de hecho sigue las líneas básicas marcadas por la Casa Blanca pero que enfrenta una profunda división de la mayoría republicana y una legislación que criminaliza a los inmigrantes indocumentados aprobada por la Cámara Baja en diciembre pasado.

El presidente subrayó, en todo caso, que a largo plazo la solución será que la economía de México "extienda su promesa más allá de ciertas regiones" y reiteró su creencia de que la mayoría de la gente desearía encontrar salarios decentes cerca de su casa en vez de tener que emigrar. "Seguiré llamando al Congreso para obtener un paquete integral que sea más que seguridad fronteriza, sino también vigilancia interna y un programa de trabajadores invitados", indicó.

Bush, que esta semana viajará a Cancún para una reunión con sus homólogos de México y Canadá un año después de crear la Sociedad para la Prosperidad y la Seguridad de América del Norte (ASPAN), afirmó que los tres países pueden hacer mucho si trabajan juntos. "La gran competencia para nuestras respectivas economías, en el largo plazo, vendrá del Lejano Oriente", sentenció.