Actualizado 14/10/2010 11:31

México.- Las mafias de la droga lavan dinero a través de la minería ilegal en Michoacán

MÉXICO DF, 14 Oct. (Reuters/EP) -

Un importante cártel de la droga de México enriquecido por los frutos del narcotráfico a Estados Unidos ha empezado a entrar en la minería ilegal del Estado de Michoacán, en el oeste, para lavar dinero, según informó la Fiscalía General.

Un importante encargado del lavado de dinero para el cártel de La Familia, arrestado ayer miércoles, está además acusado de "la venta de recursos naturales (minerales) explotados ilegalmente en la zona serrana de la costa de Michoacán".

"El robo de mineral en la zona es una actividad que se ha venido acrecentando en los últimos años", indicó la Procuraduría General de la República (PGR) en un comunicado.

Ignacio López, quien fue capturado junto a otros tres personas, está acusado de administrar el dinero ganado por La Familia con sus extorsiones a los pobladores y negocios locales, sus secuestros y el trasiego de drogas.

López "mantenía relaciones comerciales con por lo menos tres importantes empresas internacionales establecidas en México, dedicadas a la exportación de mineral de hierro con destino a China", dijo la PGR. Esas empresas exportaron 1,1 millones de toneladas, con valor de 42 millones de dólares, este año.

El Gobierno no se ha pronunciado de inmediato sobre este asunto. La Familia es el cártel dominante en Michoacán. En el momento de ser capturado, López, quien fue deportado desde Estados Unidos en 1991 por tráfico de heroína, tenía un rifle de asalto AK-47 fabricado en China, con la leyenda 'La Mafia no perdona' grabada, y una pistola con la palabra 'Killa'.

México, un importante productor de cobre y plata, tiene una activa industria minera, con cientos de empresas explotando minerales a lo largo del país. La región montañosa de Michoacán es rica en mineral de hierro, oro, cobre, plata y zinc.

Hasta el momento, los inversionistas mineros no se han visto afectados por la guerra del narcotráfico en México, que ha costado la vida a más de 29.000 personas en menos de cuatro años. Sin embargo, algunas mineras pequeñas han asegurado que están evitando los proyectos de exploración en regiones remotas, controladas por los cárteles.