Actualizado 14/08/2012 17:56

México.- México despliega 15.000 policías y militares en siete estados para frenar la violencia del crimen organizado


MÉXICO DF, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Felipe Calderón ha ordenado el despliegue de 15.000 militares y policías en los estados de Michoacán, Nuevo León, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosi, Coahuila y Tamaulipas, para frenar la ola de violencia desatada por la guerra que mantienen los cárteles del narcotráfico.

El Ejército desplegará un total de 11.835 efectivos mientras que la Policía Federal enviará 3.900, que estarán destinados especialmente en las zonas urbanas y en los municipios rurales donde recientemente se han registrado incidentes violentos, han revelado la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública.

Unos 600 policías federales a Michoacán, ubicado en la costa occidental de México, para contener la ola de violencia que se desencadenó el pasado viernes, que se ha saldado con nueve muertos.

Los uniformados se concentrarán en la zona de Tierra Caliente, escenario de los disturbios, y se encargarán de instalar puestos de control en calles y carreteras, patrullar e intervenir junto a las fuerzas locales, en caso de que sea necesario.

Para desarrollar estas funciones, los agentes contarán con 50 vehículos, entre ellos 30 radio-patrullas y 20 blindados, además de con un vehículo de enlace, según ha informado el diario local 'El Universal'.

El pasado viernes, se produjeron al menos cinco enfrentamientos entre supuestos delincuentes y las fuerzas de seguridad que dejaron nueve muertos --cinco de un lado y cuatro de otro, respectivamente--, 30 vehículos y una caseta de peaje quemados y un hospital cerrado.

El secretario de Gobierno de Michoacán, Jesús Reyna García, ha asegurado el lunes que, tres días después de los enfrentamientos, el estado ha recuperado la normalidad.

Desde que Calderón asumió el poder en diciembre de 2006, unas 50.000 personas han muerto en México en hechos relacionados con la violencia promovida por los cárteles del narcotráfico que mantienen una encarnecida guerra por el control del mercado de la droga que se vende en Estados Unidos.