Publicado 15/04/2020 22:58

El ministro de Sanidad de Brasil rechaza la dimisión de uno de sus asesores a pesar de las diferencias con Bolsonaro

Imagen de recurso de varias personas con mascarillas por el coronavirus.
Imagen de recurso de varias personas con mascarillas por el coronavirus. - Eduardo Parra - Europa Press

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Sanidad de Brasil, Luiz Henrique Mandetta, ha subrayado este miércoles que no aceptará la dimisión de su secretario nacional de Vigilancia, Wanderson Oliveira, que había anunciado poco antes su renuncia debido a sus diferencias con el presidente del país, Jair Bolsonaro, sobre la estrategia contra el coronavirus.

En una rueda de prensa, Mandetta ha recalcado que "entraron en el Ministerio juntos, están en el Ministerio juntos y saldrán de él juntos también", según informaciones del portal de noticias G1.

"Le dije que no lo acepto, se acabó ese asunto", ha zanjado. Oliveira pertenecía al núcleo duro del Ministerio de Sanidad que dirige Mandetta, por lo que su posible salida ha acrecentado los rumores sobre la salida del propio ministro.

Según la prensa brasileña, Mandetta y Bolsonaro tienen profundas diferencias sobre cómo se debe afrontar la crisis sanitaria. El ministro es partidario de adoptar medidas drásticas, tales como el confinamiento total de la población, algo que el presidente rechaza para no dañar la economía.

Las diferencias de criterio quedaron patentes el domingo, cuando Mandetta afirmó públicamente en una entrevista con TV Globo que hay "diferentes modelos" en el Gobierno, indicando que "el presidente mira por la economía" y el Ministerio de Salud por "la protección de la vida".

Al mismo tiempo, el titular de Sanidad expresó su deseo de que el Gobierno acuerde "un discurso único". "Si no, los brasileños dudan, no saben si escuchar al ministro, al presidente o a quién", añadió.

Brasil, con más de 28.320 casos y 1.736 muertos, es el país de América Latina más afectado por el coronavirus. Bolsonaro ha cerrado fronteras pero se ha negado a imponer una cuarentena nacional, por lo que estados como Sao Paulo o Río de Janeiro han actuado por su cuenta.