MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) ha vuelto a solicitar este jueves apoyo a la comunidad internacional para hacer frente a la amenaza yihadista en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, escenario desde 2017 de las ofensivas de grupos islamistas.
"La SADC hace un llamamiento a toda la comunidad internacional, a nuestros socios de cooperación internacional, para que nos apoyen de todas las formas posibles, ya que entendemos que una paz duradera no puede garantizarse únicamente con acciones militares", ha demandado el portavoz del grupo en Mozambique, Mpho Molumo, quien ha señalado que aún "hay mucho por hacer para lograr la estabilidad".
Molumo ha celebrado este jueves en una reunión del grupo regional celebrada en Maputo, la capital de Mozambique, los avances que hasta ahora han logrado las tropas de la SADC, destacando el repliegue de algunos de estos grupos y la muerte de al menos veinte de sus integrantes, entre ellos "líderes influyentes".
Desde que comenzó el operativo militar a principios de agosto, Molumo ha explicado que se ha conseguido "debilitar" a los terroristas, haciendo que se replieguen hacia el sur del río Messalo, que separa las provincias de Cabo delgado y Niassa, informa el periódico mozambiqueño 'Jornal Noticias'.
"Los terroristas están mermados", pero "no han sido totalmente eliminados (...) La Fuerza Militar de la SADC (SAMIMI) está sobre el terreno, continúa con sus operaciones y es por este movimiento que hemos decidido extender de manera indefinida la presencia de la misión allí", ha anunciado Molumo.
El representante de la SADC en Mozambique también ha puesto de relieve la colaboración con Ruanda, que a pesar de no formar parte del grupo regional ha desplegado a tropas de su Ejército hacia la zona en conflicto, logrando importantes victorias y la recuperación de las principales localidades de Mocímboa da Praia y Palma, bajo control hasta hace poco de los terroristas.
Cabo Delgado es escenario desde octubre de 2017 de ataques obra de milicianos islamistas conocidos como Al Shabaab, sin relación con el grupo homónimo que opera en Somalia y que mantiene lazos con Al Qaeda. Desde mediados de 2019 han sido reivindicados en su mayoría por Estado Islámico en África Central (ISCA), que ha recrudecido sus acciones desde marzo de 2020.