MADRID (ESPAÑA), 6 Jul. (OTR/PRESS/Notimérica).-
La oposición en pleno, el secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y miles de ciudadanos venezolanos, acusan directamente al presidente Nicolás Maduro de estar detrás del ataque al Parlamento efectuado este miércoles por colectivos "paramilitares" armados que "secuestraban" durante horas a la Cámara y dejaban a su paso un caos, violencia y miedo, además de 12 personas heridas con barras de hierro.
Son más de tres meses de protestas y violencia en Venezuela en un país que se enfrenta cada vez más al abismo tras el último ataque perpetrado por seguidores chavistas contra la Asamblea Nacional --controlada por la oposición-- en el día que se conmemoraba la independencia del país caribeño.
Tras ocho horas retenidos, y 12 heridos, las 300 personas que permanecían retenidas en el interior de la Asamblea Nacional lograban salir de madrugada. Diputados ensangrentados ya advertían al presidente Nicolás Maduro mientras eran atendidos de sus heridas que "resistirán" y continuarán con sus exigencias al régimen "cueste lo que cueste", aunque les "cueste la vida".
No es la primera vez que el Legislativo sufre un ataque desde que la MUD ostenta la mayoría parlamentaria a raíz de las elecciones parlamentarias de 2015, que cambiaron el equilibrio de poder en el Congreso tras décadas de hegemonía 'chavista'.
El asalto del miércoles se ha producido justo cuando los diputados se disponían a aprobar la convocatoria del referéndum que la opositora Mesa de Unidad Nacional (MUD) planea celebrar el 16 de julio para que los venezolanos decidan si es necesario hacer una Asamblea Constituyente, tal y como pretende Maduro.
Los legisladores de la MUD informaban a mediodía del miércoles que decenas de civiles armados, que llevaban horas merodeando por los alrededores irrumpían en la Asamblea golpeando con palos y barras de hierro a quienes se cruzaban en su camino.
Además de los heridos, durante ocho horas, 120 trabajadores, 108 periodistas y 94 diputados eran retenidos hasta que de madrugada lograban salir después de que la Guardia Nacional Bolivariana lograra establecer un cordón de seguridad para proteger el edificio.
Poco antes, los diputados acusaban a la GNB de permanecer impasible. La Fiscalía ha abierto una investigación y el presidente del país se ha apresurado a "condenar cualquier acto de violencia" y a desmarcarse de los incidentes que ha calificado como "hechos extraños", al igual que lo ha hecho el presidente.
Destacados portavoces afines al régimen han insistido en calificar el ataque de "extraño". Cabe recordar que no es la primera vez que desde el Gobierno se trata de culpar a los opositores de hechos y acciones atribuidos al régimen.
Pese a que Maduro asegura que ha ordenado que se investigue el suceso, el dedo acusatorio recae con fuerza sobre él. Y es que los atacantes son colectivos fieles al presidente y la oposición le responsabiliza directamente de orquestar el ataque.
"MARCHA CONTRA LA DICTADURA"
Como respuesta al asalto al Parlamento, la MUD ha convocado el jueves una "marcha contra la dictadura". La coalición opositora ha llamado a los venezolanos a marchar desde 40 puntos de Caracas a las 11.00 (hora local) para confluir en la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al que exigirán la activación de los artículos 333 y 350 de la Constitución sobre la defensa de la Carta Magna.
Además, el jefe del grupo parlamentario de la MUD, Stalin González, ha anunciado que la coalición opositora presentará una denuncia ante la Fiscalía General por el "secuestro" de los diputados a manos de lo que ha denominado "paramilitares" al servicio del Gobierno de Nicolás Maduro, según informa 'El Nacional'.
También desde la Organización de Estados Americanos (OEA), su secretario general Luis Almagro ha acusado al "régimen" chavista del asalto al Parlamento para "desistitucionalizar" el país.
El uruguayo ha lamentado que la jornada, que debería haber sido "un día para reflexionar sobre la historia del país y los vínculos que unen al pueblo de Venezuela" haya acabado con un intento por parte del "régimen" para "silenciar a la disidencia política con un ataque premeditado sobre la institución que es el símbolo de la representación popular".
EEUU ha advertido también del "creciente autoritarismo del Gobierno venezolano" y ha hecho un llamamiento a que se celebren "elecciones creíbles".
La condena a los hechos ha venido también de la mano de varios países latinoamericanos que han condenado el ataque y han instado al Gobierno a abstenerse de cualquier acción o declaración que contribuya a aumentar la polarización de la sociedad venezolana.
Los países del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) --Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay-- han considerado que "los hechos de violencia" en la Asamblea Nacional "constituyen un avasallamiento del Ejecutivo sobre otro Poder del Estado", ya que "estuvieron precedidos de una intervención de altas autoridades del Poder Ejecutivo".
Desde España, tanto el presidente del Ejecutivo Mariano Rajoy como los líderes del Partido Socialista o de Ciudadanos, Pedro Sánchez y Albert Rivera, respectivamente, han aprovechado la red social Twitter para condenar "las agresiones" a los diputados opositores, condenar el "violento" ataque y destacar que España siempre estará "con la paz, la libertad y los derechos del pueblo venezolano".
INSATISFACCIÓN EN EL EJÉRCITO CON MÁS DE 100 DETENIDOS
En la misma jornada en la que 'paramilitares' armados irrumpían y atacaban la Asamblea venezolana, se han hecho públicos unos documentos en los que se demuestra que al menos 123 miembros de las Fuerzas Armadas de Venezuela han sido detenidos por cargos que van desde traición y rebelión hasta robo y deserción, desde que comenzaron en abril las protestas contra Maduro, según una información a la que Reuters ha podido acceder.
La lista de detenidos --que incluye oficiales así como militares de bajo rango del Ejército, la Naval, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional-. es la imagen más clara hasta la fecha de la insatisfacción y la disidencia dentro de las filas militares de Venezuela, integrada por aproximadamente 150.000 hombres.
Los registros, que detallan a los prisioneros detenidos en tres cárceles venezolanas, muestran que desde abril casi 30 miembros de las fuerzas han sido detenidos por desertar o abandonar su puesto y casi 40 por rebelión, traición o insubordinación. La mayoría de los prisioneros militares restantes fue acusada de robo.
En medio de una profunda crisis económica, millones de venezolanos sufren por la escasez de alimentos y una elevada inflación. Incluso dentro de las fuerzas armadas, los salarios comienzan con el sueldo mínimo, equivalente a alrededor de 12,5 dólares al mes al tipo de cambio del mercado negro, y en privado algunos miembros admiten ser mal pagados y subalimentados. Desde que la oposición comenzó sus protestas hace más de tres meses, varios funcionarios de seguridad han hecho público su descontento.
Los documentos, que identifican a los detenidos por su rango, enumeran a capitanes, sargentos, tenientes y tropas regulares repartidos en tres cárceles en diferentes partes de Venezuela.