Publicado 16/01/2020 19:35

Mueren ocho civiles en Siria en un ataque con proyectiles por parte de yihadistas contra Alepo

Mueren tres soldados y siete rebeldes en un atentado en el norte del país

MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Al menos ocho civiles han muerto este jueves por el impacto de proyectiles disparados por grupos yihadistas en un barrio residencial de la ciudad siria de Alepo (norte), según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha indicado que los cohetes han impactado en el barrio de Sukari y ha agregado que entre los fallecidos hay un menor de edad.

Asimismo, ha manifestado que los ataques se han saldado con al menos 25 heridos, varios de los cuales se encuentran en estado grave, por lo que ha alertado de que el balance de fallecidos podría aumentar en las próximas horas.

Durante los últimos meses se han producido varios ataques similares por parte de grupos yihadistas que cuentan con posiciones en los alrededores de la ciudad.

Por otra parte, tres soldados y siete rebeldes han muerto a causa de un atentado con coche bomba contra la sede del grupo Ahrar al Sharqiya en la localidad de Sluk, situada en la provincia de Raqqa, según el Observatorio.

Partes del norte de Siria quedaron en manos del Ejército turco y los grupos rebeldes a los que apoya a raíz de la 'Operación Manantial de Paz', lanzada en octubre contra las fuerzas kurdas.

La ofensiva arrancó días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, diera un giro de 180 grados a la alianza de Washington con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), hasta entonces un aliado clave en la lucha contra Estado Islámico, y retirara sus tropas de la zona para permitir la operación.

El 22 de octubre, tras un acuerdo previo de alto el fuego con Estados Unidos, Turquía acordó con Rusia el despliegue de las fuerzas del Ejército sirio apoyadas por policías militares rusos en el noreste de Siria pero fuera de la zona con presencia militar turca.

Además, Rusia y Turquía acordaron que las fuerzas del régimen sirio y los policías militares rusos facilitarían el repliegue de los milicianos kurdos a una distancia de 30 kilómetros de la frontera y el inicio de patrullas rusas y turcas a diez kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, excluyendo la ciudad de Qamishli.