Publicado 11/03/2022 15:00

Nicaragua.- Albares avisa a Nicaragua de que la salida del embajador no va a impedir "que España reclame democracia"

La ministra de Asuntos Exteriores de Estonia, Eva María Liimets y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en una rueda de prensa
La ministra de Asuntos Exteriores de Estonia, Eva María Liimets y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en una rueda de prensa - Alberto Ortega - Europa Press

MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha subrayado que la decisión del Gobierno nicaragüense de retirar a su embajador en Madrid, "un nuevo capítulo" en el pulso diplomático y político que libran ambos países, no va a impedir "que España reclame democracia en Nicaragua".

"Si alguien cree que esta medida va a impedir que España reclame democracia en Nicaragua y la liberación de los presos políticos, se equivoca", ha dicho, en una rueda de prensa celebrada al término de una reunión con la ministra de Exteriores de Estonia, Maria Liimets.

El Gobierno de Nicaragua alegó "continuas presiones y amenazas injerencistas" para justificar el jueves la salida del embajador, Carlos Midence, pero Albares ha asegurado que esta vino después de que el representante nicaragüense fuese convocado por el Ministerio de Asuntos Exteriores español.

En este sentido, ha explicado que el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Fernández Trigo, se quejó ante Midence de que Nicaragua no autorizaba la vuelta de la embajadora española, llamada a consultas en agosto, y que "esa asimetría (en la relaciones diplomáticas) no podía tener lugar".

Fue entonces cuando el Ejecutivo de Ortega dio el paso de llamar también él a consultas a su embajador, lo que para Albares no es más que "un capítulo más" dentro de "la huída hacia adelante" del régimen nicaragüense.

El jefe de la diplomacia española ha recordado que sobre Ortega y su círculo pesan sanciones internacionales y descrito como "una burla a la democracia" las elecciones de noviembre, en las que el mandatario nicaragüense salió reelegido sin apenas rivales y tras meses de represión de políticos opositores.