Publicado 15/09/2019 23:01

Nicaragua.- El Gobierno de Nicaragua niega la entrada al país a una comisión mediadora de la OEA

MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Nicaragua ha rechazado este domingo la entrada en el país a los miembros de la Comisión de alto nivel de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se iban a desplazar este lunes hasta el país para intentar mediar en la crisis política en la que se encuentra sumido el país.

"La Dirección General de Migración y Extranjera, de conformidad al artículo 6 de la Constitución Política de la República de Nicaragua y articulo 93 de la Ley 761, Ley General de Migración y Extranjería, hace del conocimiento que, a partir de la fecha, no está autorizado el ingreso a Nicaragua ni podrán ser abordados en sus aerolíneas con destino a Nicaragua", los miembros de la Comisión de alto nivel de la OEA.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH ha lamentado la decisión del Gobierno nicaragüense y el Gobierno de Argentina ha condenado la medida. Mientras, el Gobierno colombiano ha instado a las autoridades nicaragüenses a "que respete la decisión de la Asamblea General de la OEA" y autoricen la entrada de la misión diplomática.

La propia OEA ha expresado su "malestar" por la decisión de Managua de vetar la entrada a la comisión, integrada por representantes de Argentina, Canadá, Estados Unidos, Jamaica y Paraguay, además de un representante de la propia OEA.

"La Comisión subraya su decisión de seguir adelante con las tareas que le fueron encomendadas por la Asamblea General ante el deterioro de las instituciones democráticas y los derechos humanos en Nicaragua y hace un llamado al Gobierno nicaragüense a revisar su posición y permitirle el ingreso al país para llevar a cabo su mandato", concluye la nota de la OEA.

Nicaragua vivió en 2018 su mayor crisis política en años después de que en abril estallasen protestas contra una polémica reforma de la seguridad social. Más de 300 personas murieron y varios cientos fueron detenidas en lo que ha sido el mayor desafío a Ortega en sus quince años de gobierno.