MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha confirmado la muerte de dos personas en un incendio declarado en un campamento de desplazados en Maiduguri, en el estado nigeriano de Borno, que ha dejado a más de 4.000 de sus habitantes sin protección alguna en medio de un alarmante panorama de violencia, hambre y enfermedades.
El incendio ocurrió este pasado fin de semana, durante la celebración vespertina de la festividad del Eid al Fitr que marca el final del mes sagrado del Ramadán.
Las llamas, según ha informado este viernes la portavoz de ACNUR Shabia Mantoo, comenzaron en las yescas ardientes de una hoguera empleada para cocinar, alcanzaron varias tiendas de campaña y se extendieron a toda velocidad por el campamento.
El fuego arrasó refugios y otras instalaciones, y la mayoría de personas afectadas son mujeres, confirmó la portavoz en rueda de prensa desde Ginebra.
Este suceso sigue a otros similares que han ocurrido en los sobrepoblados campamentos de desplazados de Maiduguri, donde viven casi 300.000 desplazados tan cerca unos de otros que cualquier deflagración suele acabar convirtiéndose en un incendio de gran envergadura.
ACNUR ha puesto en marcha una operación de emergencia para realojar lo antes posible a las afectadas. "Muchos residentes, ente ellos muchos niños, están viviendo a la intemperie, y necesitan ayuda inmediata con alojamiento, comida y ropa", ha explicado la portavoz.
Estos casi 300.000 desplazados se suman a los 2,5 millones de personas que están desplazadas a lo largo de la región del lago Chad, de los cuales 1,8 millones están en territorio nigeriano (el resto se encuentran en Camerún y Chad).
Todos ellos viven bajo la amenaza de la organización yihadista Boko Haram y otros grupos armados, a la que hay que sumar además el peligro de contagio por el coronavirus "en unos campamentos donde el distanciamiento social", apunta la portavoz, "es imposible".