MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El coordinador humanitario de la ONU en Nigeria, Edward Kallon, ha condenado este lunes el ataque registrado durante el fin de semana contra un alojamiento para trabajadores humanitarios en el estado de Borno, en el noreste del país y epicentro de la insurgencia de Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental.
Según ha denunciado, en el momento del ataque contra el centro de Ngala, cerca de la frontera con Camerún, "había cinco miembros del personal de Naciones Unidas", si bien las medidas de seguridad en vigor impidieron que ningún miembro del personal de las instalaciones resultara herido.
Los hechos tuvieron lugar el sábado por la noche cuando el complejo fue atacado por hombres armados no identificados que quemaron toda una sección así como uno de los vehículos que la ONU emplea para distribuir ayuda.
Kallon se ha mostrado sorprendido por "la violencia y la intensidad de este ataque" que viene a sumarse a los muchos sufridos por los actores humanitarios en el país. "Es un alivio que todo el personal esté a salvo. Los cooperantes, las instalaciones y los bienes humanitarios no pueden ser objetivo y deben ser protegidos y respetados en todo momento", ha recordado.
Los trabajadores humanitarios están ofreciendo asistencia a más de 55.000 personas en Ngala, hasta donde llegaron en 2019 unas 10.000 personas en busca de seguridad y servicios básicos.
"Este tipo de incidentes tienen un efecto desastroso en las vidas de los más vulnerables que dependen de nuestra asistencia para sobrevivir", ha denunciado el coordinador humanitario. "Asimismo, pone en peligro la capacidad de los cooperantes de permanecer y ofrecer asistencia a las personas que más lo necesitan en zonas remotas de Borno", ha añadido.
En este sentido, ha pedido a todas las partes en el conflicto que respeten "los principios de humanidad, neutralidad, independencia e imparcialidad que guían la asistencia que la comunidad humanitaria ofrece en los estados de Borno, Yobe y Adamawa".