Mueren siete militares en un ataque contra una base en el noroeste del país africano
MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha mostrado su alarma por los reiterados secuestros de niños en ataques contra escuelas en Nigeria y ha condenado "firmemente" el rapto de más de 140 alumnos en el asalto contra un centro educativo en el estado de Kaduna, situado en el norte del país.
"El secretario general está alarmado por la frecuencia de los secuestros para obtener rescates, principalmente de niños en escuelas por parte de grupos y redes criminales", ha señalado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en el marco de su rueda de prensa diaria.
Así, ha destacado que Guterres "subraya la necesidad de lograr que los responsables de estas graves violaciones de los Derechos Humanos rindan cuentas y mejorar la seguridad de las escuelas y las instalaciones educativas".
Las autoridades de Kaduna anunciaron el martes el cierre de cerca de 15 escuelas tras los últimos ataques y secuestros tras considerar que se encuentran en zonas inseguras a raíz de los últimos ataques y operaciones por parte de grupos armados y bandas criminales.
Asimismo, al menos cinco enfermeras y varios bebés fueron raptados a primera hora del lunes en un hospital de la ciudad de Zaria, también en el estado de Kaduna, sin que las autoridades hayan dado por ahora un balance de víctimas y sin que ningún grupo ha reclamado por ahora la autoría o un rescate.
Por otra parte, al menos siete militares nigerianos murieron el martes en un ataque ejecutado por personas armadas no identificadas contra una base del Ejército en el estado de Kebbi (noroeste), según fuentes citadas por el diario 'The Premium Times', sin que las autoridades se hayan pronunciado por ahora.
Estas fuentes han indicado que la base atacada se encuentra en los alrededores de la localidad de Marke y han agregado que entre las víctimas mortales hay cuatro miembros de las fuerzas especiales de la Armada, antes de resaltar que otros cinco militares resultaron heridos y dos han sido dados por desaparecidos.
Los ataques en Nigeria, anteriormente centrados en la zona noreste del país --donde operan Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA)-- se han extendido durante los últimos meses a otras zonas del norte y el noroeste, haciendo saltar las alarmas por la posible expansión de estas redes terroristas y criminales.