BUENOS AIRES, 20 Nov. (Notimérica) -
La nueva coalición de centro izquierda de Argentina el Frente Amplio UNEN (FAU), que surgió el pasado mes de abril para desbancar al peronismo del poder en las elecciones presidenciales que se disputarán en octubre de 2015, ha perdido este miércoles a una de sus cinco dirigentes, Elisa Carrió, quien ha decidido abandonar la formación entre duras críticas.
Carrió anunció este lunes que se marchaba de la coalición con declaraciones como que ella "no se suicida" y que "hay gente de UNEN que tiene acuerdos con Daniel Scioli (el gobernador oficialista de la provincia de Buenos Aires)".
Ante el hecho de que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, no puede volver a optar a la presidencia y el 'kirchnerismo' todavía no tiene candidato oficial, el telón se ha abierto con tres principales candidatos: Scioli; el opositor de centroderecha y alcalde de la capital, Mauricio Macri, y el peronista disidente Sergio Massa, que dejó el Gobierno por diferencias con la mandataria.
Carrió ha abandonado a UNEN tras ver fracasada su propuesta de aliarse con el alcalde de Buenos Aires de centro derecha, Mauricio Macri. La opción desde un principio había sido un inconveniente para la formación mayoritariamente de izquierdas, mientras que algunos de los miembros abogaban por el peronista Sergio Massa. Finalmente, la coalición ha decidido esta semana no aliarse con ninguno de los dos.
Para Carrió, conocida en Argentina por sus polémicas declaraciones, el fracaso ahora es inminente, porque la decisión de la Unión Cívica Radical (UCR) --uno de los miembros de la coalición-- de no hacer alianzas "es la mejor manera de que el peronismo gane las elecciones" y hace posible que "el 'kirchnerismo' logre su objetivo de impunidad".
"Prefiero seguir como amigos y que la UCR haga su experiencia. Y yo sacarme esa mochila", subrayó Carrió. UNEN, que sí ha dejado la puerta abierta a sus dirigentes provinciales a realizar alianzas, caminan hacia los comicios del año que viene con una dirigente menos en la cúpula y con problemas de entendimiento entre las fuerzas que quedan.
Desde su cuenta oficial de Twitter, el senador nacional y precandidato a presidente de UNEN, Fernando 'Pino' Solanas, consideró "un error" la decisión de Carrió de retirarse de la dirección de la coalición y que "es una lástima siendo ella una de las fundadoras de UNEN".
Por el contrario, el referente de Movimiento Libres del Sur-UNEN, Humberto Tumini, reacciónó de manera muy distinta a la de Solanas y consideró la marcha de Carrió como "una muy buena noticia". Más allá, ironizó sobre que la noticia de que un dirigente abandone una alianza política "no siempre es una mala noticia".
INCERTIDUMBRE SOBRE LAS ELECCIONES DE 2015.
Ni Scioli, ni Macri, ni Massa son capaces de aunar más del 20 o 30 por ciento de la intención de voto, dependiendo de las encuestas. La actual presidenta, que aunque ha sido diana de muchas críticas durante su mandato sigue siendo figura dominante en la política del país, hasta la fecha no ha mostrado su respaldo a nadie.
Muchos analistas descartan como opción al que en otro momento parecía el favorito, el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, quien ha tenido severos problemas en su cargo como fueron la huelga de policías, los saqueos, la crisis energética y varios desencuentros con el ministro de Economía, Axel Kicilloff.
Esto ha situado a Scioli, quien fue un aliado circunstancial del 'kirchnerismo' en las legislativas de octubre del año pasado, como el jugador que tiene más posibilidades de llegar a ser candidato. Scioli, que nació en una acomodada familias de empresarios, llegó a ser vicepresidente de Néstor Kirchner, pero su cercanía al sector privado, su postura de centro y algunos comentarios desafortunados llevaron al presidente izquierdista a mantenerlo en un segundo plano.
Sin embargo, y a pesar de los enemigos, Scioli cuenta con un poderoso aparato como es el peronista a sus espaldas; algo de lo que no pueden presumir ni Macri ni Massa, que parecen tener una base menos sólida para consagrarse.
Pero Scioli no tiene bastante con el peronismo, conocido por su gran heterogeneidad --donde conviven desde neoliberales hasta socialistas--, y ha buscado la legitimidad asegurando que si vence continuará el legado de Fernández. La presidenta, sin embargo, todavía se mantiene en silencio.
Aún con el apoyo de Fernández, ninguna de las encuestas concede una posible victoria al oficialista Frente para la Victoria, así que Scioli no parece que pudiera librarse de las alianzas, como tampoco podrían hacerlo los dos candidatos de la derecha.
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