Actualizado 10/04/2012 21:33

OEA.- Cuba dice que su exclusión de la Cumbre prueba que EEUU no tiene "voluntad" de cambiar su "política agresiva"


MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Raúl Castro asegura que la exclusión de Cuba de la VI Cumbre de las Américas, que se celebrará los próximos 14 y 15 de abril en Colombia, es una prueba de que Estados Unidos no tiene "voluntad" de cambiar su "política agresiva" contra la isla ni de "conectarse" con los demás países de la región.

"El veto, una vez más, de las autoridades estadounidenses demuestra fehacientemente que estas no albergan real voluntad para conectarse con sus vecinos del Sur, ni para cambiar su política agresiva contra nuestro país", señala un artículo publicado por el diario 'Granma', portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).

La exclusión de la isla "evoca el lenguaje clásico de la Guerra Fría, con el que se pretende justificar el hecho de que las expresiones" del presidente estadounidense, Barack Obama, "relativas a un cambio de política hacia Cuba no hayan trascendido la retórica". "Nada ha cambiado en la esencia de la política de hostilidad estadounidense hacia nuestro país", enfatiza el rotativo.

Los próximos 14 y 15 de abril se reunirán en la ciudad colombiana de Cartagena a una treintena de jefes de Estado y de gobierno de la región en el marco de la VI Cumbre de las Américas que tendrá como tema central 'Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad'. Cuba no ha sido invitada por no pertenecer a la Organización de los Estados Americanos (OEA), sin embargo, varios países abogaron para que se le diera un puesto en la cita presidencial, aunque finalmente prevaleció la postura de Washington.

El PCC aclara que estos encuentros hemisféricos "no forman parte de la estructura institucional de la OEA, que tiene su propio foro de concertación a nivel de jefes de Estado", que es la Asamblea General, por tanto, "carece de fundamento intentar establecer un vínculo directo" entre el hecho de que La Habana haya sido expulsada de ese organismo y "su participación plena en la Cumbre de Cartagena de Indias".

Así las cosas, el Gobierno de Castro considera que el tema central de la cumbre es una "ironía", teniendo en cuenta que Estados Unidos es el "principal inspirador de estos cónclaves, de su política de bloqueo y hostilidad contra Cuba, en la que se inscribe claramente la exclusión" de ese país de estas reuniones.

Ante esta condición, es "difícil cumplir" con el propósito del encuentro porque se "ignora que tanto la conexión como la prosperidad solo son alcanzables desde una perspectiva que tome en consideración las propuestas" de todos los actores políticos, "cuya mayoritaria opinión no puede ser soslayada impunemente por la tradicional arrogancia estadounidense".

"POLÍTICA ESTANCADA"

Así, Cuba recuerda que en la última Cumbre de las Américas, realizada en 2009 en Trinidad y Tobago, los países de la región "manifestaron con claridad que resulta inaceptable que Estados Unidos enfoquen la cooperación con nuestra área desde una perspectiva de subordinación".

En ese momento, pidieron "construir un nuevo orden regional que tomara en cuenta las transformaciones políticas ocurridas en la región", al tiempo que reclamaron de forma "unánime" el "levantamiento del bloqueo impuesto a Cuba" por Estados Unidos hace más de medio siglo.

Obama se comprometió entonces a abrir "un amplio espectro de temas con nuestro país y de mover las relaciones bilaterales en una nueva dirección", sin embargo, hasta la fecha, "y no por falta de movimiento o de iniciativas del lado cubano, la política de Estados Unidos se mantiene hoy estancada en el mismo punto".

"Resulta más endeble que nunca la gastada retórica estadounidense sobre la supuesta ausencia de democracia en Cuba para justificar el mantenimiento del bloqueo y la exclusión de nuestro país de la Cumbre de Cartagena", insiste el PCC.

En repetidas ocasiones, el Gobierno de Castro ha dejado claro que en caso de ser invitados a una de las Cumbres de las Américas "asistiría desde su tradicional política exterior de principios y que lo haría con respeto".

Por último, La Habana se pregunta si la Casa Blanca estará dispuesta a "asumir" el "costo político de su obcecación hacia Cuba" en caso de que compartan tribuna en una cita presidencial.