Actualizado 27/06/2012 03:40

La OEA insta a Gobierno y policías a buscar una "pronta solución" al conflicto laboral


WASHINGTON, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha hecho un llamamiento al Gobierno de Bolivia y a los policías amotinados para que busquen una "pronta solución" al conflicto laboral con el fin de "evitar que pueda ser manipulado por personas ajenas a él y a la democracia".

A través de un comunicado, el secretario general de la OEA ha expresado su "preocupación" por la prolongación de la protesta policial y por "las eventuales proyecciones políticas que algunos de sus dirigentes parecen darle".

"La huelga del cuerpo armado encargado de custodiar el orden público ya genera de por sí una sensación de incertidumbre. Pero cuando una legítima reivindicación gremial parece confundirse con objetivos políticos de desestabilización, eso debe preocuparnos mucho más", ha apuntado.

Insulza ha basado sus afirmaciones en la conversación publicada el pasado lunes, en la que los policías amotinados hablan de "generar" un golpe de Estado, "limpiar" al ministro de Gobierno, Carlos Romero, atacar a los militares que protegen al Gobierno, y dejar sin vigilancia una cárcel de máxima seguridad de La Paz.

EL CONFLICTO

El pasado viernes, cientos de policías se amotinaron en las comisarías de todo el país para exigir una subida salarial y la entrega de mejores equipos para desarrollar su trabajo. Desde entonces, se han vivido varios enfrentamientos entre los policías y los militares que protegen al Gobierno.

Dos días después, representantes del Gobierno y de los policías amotinados llegaron a un acuerdo, por el que las autoridades se comprometen a aumentar en 220 bolivianos (25 euros) el bono de seguridad ciudadana, con lo que el total sumaría 620 (72), a cambio de que los uniformados pongan fin a la protesta.

Sin embargo, la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (ANSSCLAPOL) ha rechazado el acuerdo argumentando, por un lado, que las personas que negociaron en nombre de los policías amotinados no eran representantes legítimos y, por otro, que el aumento debe producirse en el salario, no el bono de seguridad ciudadana.

Así, algunos policías siguen amotinados en algunas comisarías del país a la espera de que el Gobierno proponga un nuevo acuerdo. Romero ya ha anunciado que el Ejecutivo está dispuesto a reunirse con los uniformados para buscar una solución al conflicto.