Publicado 22/01/2021 15:21

La ONU alerta de que la "falta de seguridad" y la "impunidad crónica" podría provocar nuevos combates en Darfur (Sudán)

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. - Violaine Martin/UN Geneva/dpa - Archivo

ACNUR cifra en 100.000 los desplazados por la violencia y dice que 3.500 han cruzado la frontera con Chad

MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha mostrado este viernes su preocupación por los recientes enfrentamientos intercomunitarios en la región sudanesa de Darfur (oeste), que han dejado más de 300 muertos, y ha alertado de que "la falta de seguridad y la impunidad crónica" podría derivar en nuevos incidentes violentos.

La portavoz de la oficina que encabeza Michelle Bachelet, Ravina Shamdasani, ha destacado que los últimos incidentes "generan preocupaciones graves sobre el riesgo inminente de nueva violencia en Darfur", sumido "en unas tensiones étnicas y tribales desde hace décadas, azuzadas por el anterior régimen", en referencia al encabezado por Omar Hasán al Bashir hasta abril de 2019.

"Hay graves vacíos en la protección por parte de las autoridades estatales, así como una falta de rendición de cuentas por las violaciones", ha lamentado, antes de añadir que "las instalaciones sanitarias no han sido capaces de hacer frente a la gran cantidad de víctimas" causadas por los combates.

Así, ha reclamado al Gobierno de Sudán que "garantice rápidamente la aplicación total del Plan Nacional para la Protección de los Civiles" y que "restaure el orden público y el Estado de Derecho en Darfur", al tiempo que ha pedido "investigaciones exhaustivas y efectivas" para que los responsables de la violencia "sean llevados ante la justicia".

El Ejecutivo y los rebeldes pactaron en su histórico acuerdo de paz de octubre de 2020 desplegar una fuerza conjunta a raíz de la retirada de las tropas de la Operación Híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) pero, a pesar del fin de las operaciones de la misión y el inicio de su repliegue hace dos semanas, estas fuerza no ha sido enviada al terreno, lo que ha provocado un vacío de seguridad.

En este sentido, Shamdasani ha hecho hincapié en que esta rendición de cuentas ayudará a "romper el ciclo de ciudadanos armados que se toman la justicia por su mano para vengar ataques contra miembros de sus comunidades". "Las víctimas y sus familias tienen derecho a compensaciones", ha apuntado.

Shamdasani ha resaltado además que la oficina que encabeza Bachelet sigue dispuesta a "actuar de forma constructiva" con el Gobierno frente a "los muchos desafíos a nivel de Derechos Humanos a los que sigue haciendo frente" el país africano, sumido en un proceso de transición desde el derrocamiento de Al Bashir.

Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha indicado que alrededor de 100.000 personas se han visto desplazadas por los combates, entre ellos 3.500 que han cruzado la frontera con Chad para llegar a la provincia de Ouaddai.

"Estos refugiados, la mayoría de los cuales son mujeres y niños, han sido alojados en cuatro localidades muy remotas que carecen de servicios públicos o infraestructura pública, donde se cobijan bajo árboles", ha resaltado el portavoz del organismo, Boris Cheshirkov.

De esta forma, ha recalcado que "a causa de la situación por el coronavirus, las autoridades locales chadianas están dirigiendo a las nuevas llegadas a un punto de tránsito, donde son puestas en cuarentena antes de ser reubicadas en un campamento de refugiados existente, lejos de la frontera".

"ACNUR está enviando suministros a la zona para responder a sus necesidades. Antes de esta última ronda de combates, Chad ya acogía a más de 360.000 refugiados sudaneses", ha recordado Cheshirkov, quien ha incidido en que el organismo está movilizando recursos para entregarlos "en cuanto la situación de seguridad lo permita".

AUMENTO DE LA SEGURIDAD

Los enfrentamientos más sangrientos tuvieron lugar en Darfur Sur, donde alrededor de 200 personas murieron en combates entre miembros de las tribus falata y rizeigat, principalmente en la localidad de Geireda, según confirmó el martes el gobernador regional, Musa Mahdi Ishak.

Por otra parte, el Comité de Doctores de Darfur Occidental ha resaltado que 139 personas murieron y cerca de 200 resultaron heridas en los enfrentamientos que estallaron el viernes y se prolongaron durante el fin de semana en la capital regional, Al Geneina.

El Gobierno sudanés expresó el miércoles su preocupación por los incidentes y prometió aumentar sus esfuerzos para lograr que haya "estabilidad y orden en la zona". Así, el Ministerio de Exteriores sudanés resaltó que es responsabilidad del Ejecutivo "mantener la seguridad en Darfur y en todo Sudán" y "proteger a los civiles".

Por su parte, el estado de Darfur Occidental aprobó el jueves un plan de seguridad para garantizar la protección de los civiles, después de haber desplegado tropas en El Geneina y sus alrededores ante los incidentes, que siguieron teniendo lugar a pesar del refuerzo de seguridad.

El plan ha sido aprobado por el gobernador de Darfur Occidental, Mohamed Abdalá al Doma, y afecta a ocho localidades del estado, tal y como ha recogido la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA. Así, una fuerza conjunta de la Policía, el Ejército y la paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) será desplegada en las zonas más afectadas por los combates.

El Geneina ha sido además dividida en zonas de cara a llevar a cabo intervenciones rápidas, mientras que el centro de la ciudad presenciará próximamente un mayor refuerzo de la seguridad, según ha informado el portal sudanés de noticias Sudan Tribune.

El secretario general del estado, Mohamad Zakaria, ha desvelado además la apertura de 42 centros de acogida para cerca de 50.000 desplazados por la violencia, mientras que el primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, ha puesto en conocimiento de la ONU estas medidas de seguridad.

En esta línea, el gobernador de Darfur Sur, Musa Mahdi, ha confirmado que el Comité de Seguridad del estado ha dado poderes adicionales a los militares desplegados en esta zona del país, por lo que tendrán autorización para usar la fuerza para contener la violencia.

Mahdi ha destacado además que las fuerzas de seguridad tienen orden de arrestar a los responsables de azuzar las tensiones, después de que Ibrahim Musa, portavoz de la tribu falata, denunciara la inacción de las autoridades, según la emisora sudanesa Radio Dabanga.

LA CRISIS EN DARFUR

Darfur es una de las regiones más pobres de Sudán, con tasas de pobrezas superiores al 65 por ciento en Darfur Central, y cerca de cinco millones de personas han recibido ayuda humanitaria en la zona entre enero y septiembre de 2020, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

La región de Darfur ha sido escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias a pesar del citado acuerdo de paz, que intenta poner fin a los combates que estallaron en 2003, que han dejado al menos 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados.

El expresidente Omar Hasán al Bashir, así como otros altos cargos durante su mandatos, son buscados por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por supuestos crímenes de guerra y contra la Humanidad en el marco de este conflicto.

Diversos países de la región han registrado en los últimos años cientos de enfrentamientos intercomunitarios, que se han saldado con miles de víctimas, principalmente a causa de los intentos de robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.