Publicado 26/04/2024 13:54

La ONU dice que una expansión de los combates a El Fasher (Sudán) tendría "consecuencias devastadoras" para los civiles

Archivo - Fotografía de archivo de columnas de humo en la ciudad de El Fasher en el marco de los combates entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF)
Archivo - Fotografía de archivo de columnas de humo en la ciudad de El Fasher en el marco de los combates entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) - STRINGER / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo

La Oficina de DDHH de la ONU denuncia que el Ejército y las RSF habrían llevado a cabo "ataques indiscriminados" en los alrededores de la ciudad

ADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su alarma por los enfrentamientos registrados durante las últimas dos semanas entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en los alrededores de la ciudad de El Fasher, en Darfur Norte, y ha alertado de que un ataque a la ciudad por parte de estas últimas tendría "consecuencias devastadoras" para la población civil.

"Estamos recibiendo informes cada vez más alarmante sobre un dramático aumento de las tensiones entre actores armados en El Fasher", ha señalado la oficina de Guterres, que ha agregado que las RSF están intentando rodear la ciudad, "lo que sugiere que un movimiento coordinado para atacar la ciudad podría ser inminente". A ello se suma que las Fuerzas Armadas "estarían posicionándose" en la zona para hacer frente a una ofensiva.

Así, ha recalcado que "este aumento de las tensiones tiene lugar en una zona que está ya al borde de la hambruna", motivo por el que ha pedido a las partes que "eviten" combatir en El Fasher. Por último, ha recalcado que su enviado personal para Sudán, el exministro de Exteriores argelino Ramtane Lamamra, está en contacto con el Ejército y las RSF para intentar rebajar las tensiones.

En este sentido, Seif Magango, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, ha expresado su "grave preocupación" por los combates y ha denunciado que ambas partes habrían llevado a cabo "ataques indiscriminados" en el marco de los enfrentamientos, que han dejado ya más de 40 muertos en las últimas dos semanas.

Magango ha resaltado que las informaciones disponibles apuntan a que "ambas partes han llevado a cabo ataques indiscriminados en barrios residenciales usando armas explosivas con efecto amplio, incluidos morteros y cohetes lanzados desde aviones de combate".

"Al menos 43 personas, entre ellas mujeres y niñas, han muerto en los combates entre las Fuerzas Armadas y las RSF, apoyados por sus respectivas milicias, desde el 14 de abril, cuando las RSF iniciaron su avance hacia El Fasher", ha dicho, antes de apuntar que "los civiles están atrapados en la ciudad, la única en Darfur aún en manos de las Fuerzas Armadas, con miedo a ser asesinados si intentan huir".

Así, ha explicado que "esta complicada situación se ve agravada por una grave escasez de suministros básicos, ya que las entregas de bienes comerciales y ayuda humanitaria se han visto muy limitadas por los combates y los camiones son incapaces de circular libremente a través de los territorios controlados por las RSF".

Las RSF llevan más de dos semanas lanzando ataques contra las posiciones del Ejército en los alrededores de El Fasher. Los paramilitares han incendiado además varias aldeas, incluidas Durma, Ozbani, Sarafaya y Umoshsosh, según ha denunciado Magango, quien ha indicado que "estos ataques recuerdan al espectro de la violencia étnica en Darfur, incluidos asesinatos en masa".

Por ello, ha reiterado el llamamiento del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, a favor de "una desescalada de esta situación catastrófica" y "un fin del conflicto, que ha arrasado el país desde hace ya más de un año".

Además, ha reclamado la investigación de todas las denuncias sobre violaciones del Derecho Internacional y que tanto el Ejército como las RSF y sus milicias aliadas permitan a los civiles huir a zonas más seguras, garanticen la protección de edificios civiles y faciliten un acceso "seguro y sin restricciones" de la ayuda humanitaria.

Las palabras de Magango llegan un día después de que el Ministerio de Exteriores sudanés rechazara las acusaciones vertidas por Washington contra las Fuerzas Armadas por su papel en "bombardeos indiscriminados" en el marco de los combates. Estados Unidos acusó además a las RSF de "arrasar" varias localidades al oeste de El Fasher.

"El Ministerio apoya que el comunicado --publicado por el Departamento de Estado estadounidense-- confirmara que la milicia ha destruido completamente varias aldeas al oeste de El Fasher", dijo en su mensaje, en el que denunció "masacres" y "atrocidades" por parte de los paramilitares. Sin embargo, expresó su "rechazo total" a la "injusta igualdad" presentada por parte de Washington en su denuncia sobre la situación.

De esta forma, rechazó las "acusaciones infundadas sobre que las Fuerzas Armadas están llevando a cabo bombardeos aéreos aleatorios o de que impidan la distribución de ayuda humanitaria". "La milicia terrorista es la que detiene y ataca convoyes y almacenes con ayuda", zanjó, según recogió la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.

La guerra estalló el 15 de abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar --ahora declarado como una organización terrorista-- en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del régimen de Omar Hasán al Bashir.

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