Publicado 12/11/2021 13:03

La ONU identifica Masisi y Lubero como zonas críticas de violencia en la provincia congoleña de Kivu Norte

Archivo - Soldados de República Democrática del Congo (RDC) y la MINUSCA tras un ataque ejecutado po la milicia ADF en la provincia de Kivu Norte
Archivo - Soldados de República Democrática del Congo (RDC) y la MINUSCA tras un ataque ejecutado po la milicia ADF en la provincia de Kivu Norte - BRENT STIRTON/GETTY IMAGES - Archivo

Constata al menos 484 ejecuciones de civiles y responsabiliza a las fuerzas de seguridad de más de un centenar de asesinatos extrajudiciales

La presencia estatal es "casi inexistente" en una zona que ha registrado más de 2.000 violaciones de los DDHH, el triple que 2020

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los territorios congoleños de Masisi y Lubero se han convertido en puntos de extraordinaria preocupación para Naciones Unidas en su última valoración sobre el conflicto en la provincia de Kivu Norte, en el noreste de República Democrática del Congo (RDC), y escenario desde hace años de enfrentamientos intercomunitarios y la acción de grupos armados (como las Fuerzas Democráticas Aliadas o ADF) que han convertido la región en una de las zonas más violentas del continente.

"Las disputas territoriales han desembocado en una violencia intercomunitaria que ha terminado alimentando el enfrentamiento entre grupos armados que se han hecho con el control casi total de Masisi y Lubero, donde la presencia del Estado es inexistente y el despliegue de tropas mínimo", ha indicado la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Liz Throssell.

El número de abusos cometidos en ambos territorios ha aumentado constantemente desde 2015 hasta acabar acumulando más de la mitad de los cometidos en Kivu Norte. En cifras, se trata de un total de 2.359 casos de violaciones de los derechos humanos en las dos poblaciones durante los primeros 10 meses del año, según la oficina de DDHH de la ONU en el país africano; tres veces más que el año pasado.

Por categorías, la ONU ha constatado al menos 484 ejecuciones sumarias, 354 casos de abuso sexual y 1.455 heridos, de acuerdo con un informe que también responsabiliza a las fuerzas de seguridad del Estado congoleño de los asesinatos de 111 civiles y de abusos sexuales a 58 personas.

De hecho, una comisión del Parlamento congoleño denunció a finales del mes pasado casos de extorsión, colaboracionismo, detenciones arbitrarias y bombardeos negligentes efectuados por el Ejército congoleño durante el estado de excepción declarado antes del verano contra la violencia armada tanto en Kivu Norte como en la vecina Ituri.

Los diputados también ponen de manifiesto que las poblaciones afectadas son obligadas a pagar impuestos ilegales, conocidos como "impuestos de excepción", en colaboración con las propias milicias en los territorios de Masisi, Rutshuru, Walikale, Djugu, lrjmu y Mambasa. "Una colaboración que continúa", afirma la comisión en su informe, recogido por Radio France Internationale.

"Pedimos a las autoridades que establezcan una investigación independiente e imparcial, así como programas de desmovilización y desarme para facilitar la reintegración de quienes decidan abandonar los grupos armados, así como la creación de mecanismos judiciales para garantizar justicia e indemnizaciones a las víctimas, al margen de estructuras civiles capacitadas para llenar el actual vacío de poder", solicita Throssell.

PROSIGUE LA VIOLENCIA

Mientras tanto, continúan los ataques contra la población de Kuvu Norte. Esta pasada noche, al menos seis personas murieron en la población de Kisunga durante un ataque de hombres armados que prendieron fuego a varios domicilios, según informa el portal de noticias congoleño Actualité.

Fuentes de organizaciones de la sociedad civil han atribuido el ataque a los rebeldes de las ADF, que llevan cometiendo atrocidades desde agosto pasado en las inmediaciones de la ciudad de Beni.