TEGUCIGALPA, 30 Jul. (Notimmérica) -
Tras una visita de tres días a Honduras, el secretario adjunto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Andrew Glimour, ha instado al país a aumentar la protección de los defensores de los Derechos Humanos.
También ha destacado la importancia de la inclusión de estos líderes en la toma de decisiones políticas, así como en la participación social activa y útil para el país.
En agosto de 2016, la Comisión Interamericana para los derechos Humanos (CIDH) definía Honduras como "uno de los países más peligrosos para los defensores de los Derechos Humanos".
En marzo de 2017, la activista hondureña Berta Cáceres, defensora de los derechos indígenas y ambiestalista, fue asesinada en su casa tras haber denunciado más de 30 veces a la policía haber recibido amenazas de muerte. El asesinato de Cáceres supuso que la precaria situación de los defensores de los Derechos Humanos saliese a la luz pública.
En cuanto al problema de la delincuencia juvenil, Glimour ha advertido que las políticas penales extremadamente duras no son la solución a la violencia o la delincuencia, afirmando que "las inversiones sociales y la rehabilitación abordarían mejor las causas de fondo de la violencia en Honduras".
Además, la ONU ha denunciado la existencia de problemas sociales en Honduras como la impunidad generalizada, un alto nivel de violencia militar y el incremento de los feminicidios y de la violencia contra las mujeres.