MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) - 
   La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha mostrado su "alarma" por la represión en Tanzania tras las elecciones generales celebradas el miércoles y ha afirmado que hay "informes creíbles" que apuntan a la muerte de al menos diez personas en varias localidades, entre ellas Dar es Salam, a causa de la intervención de las fuerzas de seguridad.
   "Hemos recibido informes creíbles que indican que al menos diez personas murieron en Dar es Salaam, Shinyanga y Morogoro a causa del uso por parte de las fuerzas de seguridad de armas de fuego y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes", ha dicho el portavoz del organismo, Seif Magango.
   "Hay un toque de queda a nivel nacional y el acceso a Internet parece haber sido ampliamente limitado desde las elecciones generales del 29 de octubre, sin que se hayan dado razones oficiales", ha dicho, antes de pedir a las fuerzas de seguridad que "eviten usar una fuerza innecesaria o desproporcionada, incluidas armas letales", contra los manifestantes".
   Así, ha reclamado a las fuerzas tanzanas que "hagan todos los esfuerzos posibles para reducir las tensiones", al tiempo que ha reseñado que "los movilizados deben manifestarse pacíficamente" y que las autoridades "deben cumplir totalmente las obligaciones de Tanzania bajo el Derecho Internacional Humanitario".
   "Deben restaurar rápidamente el acceso a Internet y facilitar que los ciudadanos disfruten totalmente de sus derechos a la libertad de expresión, asociación y asamblea pacífica", ha dicho Magango, quien ha insistido en que "las restricciones a las comunicaciones únicamente socavarán la confianza pública en el proceso electoral".
   En este sentido, ha recordado que estos incidentes llegan "tras unas campañas electorales marcadas por las denuncias sobre arrestos arbitrarios y detenciones de figuras opositoras", así como "desapariciones forzosas de personas que opiniones críticas, incluido un antiguo embajador en Cuba".
   "Todos los detenidos de forma arbitraria deben ser liberados de forma inmediata e incondicional y los detenidos de forma legal deben contar con el debido proceso y un juicio justo", ha señalado, antes de incidir en la necesidad de que haya investigaciones "rápidas, imparciales y efectivas" sobre la violencia postelectoral para garantizar que los responsables rinden cuentas.
    Previamente, las autoridades de Kenia habían indicado que al menos dos personas han muerto y decenas han resultado heridas por disparos de la Policía tanzana en un puesto fronterizo. De hecho, Alex Shikondi, comandante del condado de Kajiado, en la frontera, ha reseñado que "los agentes disparaban frenética desde el lado tanzano contra los manifestantes que se encontraban en el lado keniano del puesto fronterizo", según el portal keniano Daily Nation.
   El gobernador de Kajiado, Joseph Lenku, ha instado a los comerciantes kenianos con puestos en la frontera a mantener la calma, después de que una veintena de nacionales se hayan sumado a las protestas de los ciudadanos del país vecino encendiendo hogueras lanzando piedras contra los agentes tanzanos.
   La actual presidenta, Samia Suluhu Hassan, figura como favorita para obtener un nuevo mandato ante la ausencia de rivales de peso a sus aspiraciones después de la detención del principal opositor, Tundu Lissu, por supuesta "traición", y la eliminación de la candidatura de Luhana Mpina, candidato de la Alianza para el Cambio y la Transparencia (ACT-Wazalendo).
   La mandataria, que asumió el cargo en 2021 tras el repentino fallecimiento del entonces presidente, John Magufuli, y que aspira ahora a un primer mandato a través de las urnas frente a 16 candidatos, protagonizó un tímido aperturismo durante su primera etapa al frente del país, si bien numerosas ONG han denunciado un aumento de la represión a partir de 2023.
   En este contexto, Amnistía Internacional ha denunciado una "oleada de terror" antes de las elecciones, también a través del uso del 'lawfare', incluida "una intensificación del uso de leyes represivas para silenciar a los disidentes, atacar a periodistas, a la sociedad civil, a defensores de los Derechos Humanos y a voces opositoras".
   Asimismo, Human Rights Watch (HRW) ha denunciado "una intensificación de la represión política" por parte de las autoridades, lo que "genera graves preocupaciones sobre que las elecciones generales vayan a ser libres y justas". "Las autoridades han suprimido a la oposición política y a los críticos con el partido gubernamental, limitado a los medios y fracasado a la hora de garantizar la independencia de la comisión electoral", afirmó antes de la votación.