NUEVA YORK, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, pidió hoy el apoyo de la comunidad internacional a la política de seguridad democrática que impulsa en su segundo mandato, así como los procesos de paz que lleva adelante con los grupos paramilitares y con la guerrilla.
"La violencia en Colombia ha tenido mucha publicidad internacional, constantes críticas de los gobiernos y poco apoyo para superarla", denunció esta mañana Uribe durante su intervención ante la Asamblea General de la ONU, que se celebra en Nueva York.
"Ha llegado la hora de que la comunidad internacional haga un llamamiento urgente a los grupos violentos para que acepten la paz sin más demora", añadió Uribe, quien aseguró que su Gobierno no pondrá obstáculos para alcanzar una "reconciliación definitiva".
El presidente Uribe explicó que su Gobierno está siendo "tan firme en la implementación de su política en materia de seguridad, como en la del respeto riguroso de las reglas democráticas", lo cual es un "pilar básico" de lo que está haciendo en su país.
Se trata de incrementar de manera importante las dotaciones militares y policiales, pero con un respeto "absoluto" de las reglas democráticas y los Derechos Humanos que, según dijo, "son un imperativo para la seguridad".
Uribe recordó que Colombia realizó durante su primer mandato cuatro elecciones generales y un sinnúmero de elecciones locales, el referéndum, la elección de alcaldes y de gobernadores de 2003, que han sido posibles gracias a su política de seguridad.
En los últimos años, relató, las fuerzas de seguridad públicas han aumentado un 30 por ciento y las operaciones militares se han triplicado, en tanto que las quejas contra las fuerzas de seguridad se han reducido en un 38 por ciento.
Así, recalcó que Colombia, como un país con una plena democracia interna, está "totalmente abierto a la supervisión y a la crítica internacional", como muestra la presencia de la oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos.
Otro de los esfuerzos se concentran en la lucha contra las drogas ilícitas, que sirven de financiación para las guerrillas y que suponen, por tanto, "uno de los principales obstáculos para la paz", según el mandatario.
Una de las iniciativas que ha tenido más éxito ha sido el Programa de Familias Guardabosques, que ha permitido a 43.000 familias de zonas rurales sustituir el cultivo de droga por el cuidado de bosques y la plantación de cultivos alternativos.
"Aún nos falta mucho en seguridad y todavía no se vislumbra la paz definitiva, pero los avances son innegables. La protección efectiva de los colombianos se traduce en la caída del número de homicidios, secuestros, actos terroristas, crímenes y amenazas contra periodistas y líderes de organizaciones de trabajadores", sentenció.