Publicado 06/10/2021 15:11

La oportunidad de reasentamiento, clave para millones de refugiados sirios sumidos en la extrema pobreza en Líbano

Archivo - Refugiados de Siria en un campamento informal en Líbano
Archivo - Refugiados de Siria en un campamento informal en Líbano - Victoria Jones/PA Wire/dpa - Archivo

ACNUR hace un llamamiento a la comunidad internacional para que ofrezca "todo el apoyo necesario" a libaneses y refugiados

La grave crisis que atraviesa el país provoca un aumento del trabajo infantil entre los refugiados

MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

La agravada crisis socioeconómica y sanitaria que atraviesa Líbano ha dejado a los más de 1,5 millones de refugiados sirios que se encuentran en el país ante un panorama desolador: una situación de pobreza extrema que incrementa su vulnerabilidad y deja sin expectativas de futuro a miles de niños.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han tildado de "terrible" la situación, que obliga a estas poblaciones a poner en marcha distintos mecanismos de supervivencia.

Con la publicación de los resultados preliminares de la Evaluación de la Vulnerabilidad de los refugiados sirios en Líbano --que estas tres agencias realizan de forma anual--, la ONU ha advertido de que nueve de cada diez refugiados vive en la extrema pobreza, con una significativa inseguridad alimentaria y una clara dependencia de las ayudas humanitarias.

En este sentido, la "oportunidad de reasentamiento" resulta "clave" para los refugiados en Líbano, particularmente ante la crisis actual, tal y como ha explicado Paula Barrachina, jefa de Comunicación de ACNUR en Líbano, en declaraciones a Europa Press. Si bien ha alertado de que el reasentamiento es una solución "limitada" para los más vulnerables porque "depende de las cuotas de reasentamiento", ha puesto el acento en la importancia de contar con mayores cuotas al respecto.

"La pandemia provocó varias restricciones que afectaron la movilidad de los refugiados y el personal de ACNUR en todo Líbano, por lo que la capacidad de entrevistas de reasentamiento en persona se vio severamente restringida. A pesar de los desafíos, ACNUR ha continuado el proceso de reasentamiento durante toda la pandemia, ha cumplido con todas las cuotas y ha hecho uso de todos los cupos de reasentamiento disponibles", ha destacado.

Sin embargo, los viajes a países de reasentamiento también se han visto mermados debido a las restricciones de viaje impuestas por la pandemia. Esto ha provocado, según ha detallado, una "disminución en el número de salidas de más del 50 por ciento entre 2019 y 2020".

"La repatriación voluntaria sigue siendo la solución preferida para los propios refugiados. Sin embargo, es importante que los refugiados puedan tomar una decisión informada, voluntaria, en condiciones de seguridad y dignidad", ha afirmado al recordar que la mayoría llevan viviendo en suelo libanés más de diez años.

Las encuestas anuales de intención de retorno llevadas a cabo en los países vecinos continúan mostrando que, si bien gran parte de los refugiados desea regresar a Siria en algún momento, solo un pequeño número planea hacerlo en un futuro próximo. "La seguridad y la protección, las oportunidades de ganarse la vida, la vivienda y los servicios básicos continúan siendo citados como factores clave que influyen en la toma de decisiones sobre el retorno", ha destacado.

SIN EXPECTATIVAS DE FUTURO

Barrachina ha denunciado así que las familias de refugiados, que temen por el futuro de sus hijos, se ven sometidas a trabajos mal remunerados, de alto riesgo o con turnos extra. Sin embargo, la mayoría se enfrenta a serias dificultades para hacerse con la cesta mínima de supervivencia, que incluye productos de primera necesidad como pan, patatas, aceite, leche en polvo y sal, entre otros.

La deuda de los hogares, no obstante, sigue aumentando. "Incluso con más refugiados sirios trabajando en una familia, la cantidad de ingresos que la familia genera a partir del empleo sigue siendo una quinta parte del valor que necesita una familia para sobrevivir", ha aseverado antes de recalcar que la asistencia humanitaria es "la principal fuente de ingresos para la mayoría de familias refugiadas sirias".

Según Barrachina, los refugiados sirios se endeudan principalmente por tres motivos: para comprar alimentos (un 93 por ciento), pagar el alquiler (un 49 por ciento) o comprar medicamentos (en torno al 31 por ciento). Aunque ha matizado que el programa de ACNUR en el país es "sólido", ha lamentado que sea insuficiente y ha recordado a la comunidad internacional la importancia de prestar todo el apoyo posible.

"Líbano está viviendo un momento crítico. El mundo tiene que seguir al lado de Líbano y brindar el apoyo necesario para que su gente, y por supuesto los refugiados, vuelvan a ponerse de pie", ha destacado.

Asimismo, ha recordado que es "todo el mundo el que sufre; las familias libanesas y las refugiadas". "Debemos seguir haciendo todo lo posible para apoyarles en esta coyuntura tan crítica. No podemos fallarles ahora", ha insistido.

CONSECUENCIAS SOBRE LA INFANCIA

La actual crisis económica y financiera, que se ha recrudecido tras las explosiones registradas en 2020 en el puerto de Beirut, ha provocado un aumento del 400 por ciento del precio de los alimentos. Durante los últimos 18 meses, la moneda libanesa ha perdido más del 85 por ciento de su valor a medida que la inflación aumenta.

En un intento por ahorrar, muchos refugiados han dejado de enviar a sus hijos a la escuela. Aproximadamente un 30 por ciento de los menores de entre 6 y 17 años no ha ido nunca al colegio. "La asistencia a la escuela primaria de los niños de entre 6 y 14 años se redujo en un 25 por ciento en 2021", ha lamentado Barrachina, que ha puesto el punto de mira, especialmente, en el ascenso del trabajo infantil entre los niños sirios.

Actualmente hay al menos 27.800 menores sirios trabajando en Líbano. Además, una de cada cinco niñas de edades comprendidas entre los 15 y 19 años está casada. Se trata de una situación especialmente precaria a la que se suma la de las mujeres y personas de mayor edad, gravemente afectadas por la situación.

El representante de UNICEF Yuri Mokuo ha advertido de que la "creciente crisis en Líbano está poniendo en situación de riesgo a los niños más vulnerables, incluidos los niños refugiados, ya que cada vez más familias están forzadas a recurrir a prácticas negativas como poner a trabajar a sus hijos en condiciones a menudo peligrosas y de riesgo, casar a sus hijas o aplicar castigos violentos".

En este sentido, ha sostenido que el bienestar y la protección de la infancia debe ser la "máxima prioridad para asegurar que los derechos de los niños se cumplen en cualquier circunstancia".

Este último año ha sido, en definitiva, un periodo de fuertes desafíos para las poblaciones de Líbano, que han sido testigos de un grave encarecimiento de la vida en plena crisis sanitaria y económica que afecta en mayor medida a las poblaciones desplazadas.