Publicado 15/01/2021 15:31

La oposición condena la ofensiva rebelde contra la capital de RCA y pide un "diálogo real" al presidente

El presidente centroafricano, Faustin-Archange Touadéra, en un acto de campaña
El presidente centroafricano, Faustin-Archange Touadéra, en un acto de campaña - ANDR B? / XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO

ACNUR cifra en 60.000 las personas que han huido a los países vecinos por la violencia

El NRC alerta del impacto de la creciente inseguridad sobre la situación humanitaria

MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

La coalición opositora de República Centroafricana (COD-2020) ha condenado este viernes la ofensiva lanzada el miércoles por varios grupos rebeldes contra la capital del país, Bangui, repelida por las fuerzas de seguridad con el apoyo de la Misión Unidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización en RCA (MINUSCA).

Un portavoz de la COD-2020, que agrupa a una decena de partidos, ha señalado en declaraciones a la emisora Radio France Internationale que la coalición se enmarca en la legalidad y el respeto a la Constitución y las instituciones del país, rechazando así la intentona armada.

Asimismo, el ex primer ministro Anicet Georges Dologuélé, miembro de la COP-2020, ha pedido al presidente centroafricano, Faustin-Archange Touadéra, que abra "un diálogo real e inclusivo" para "garantizar una paz duradera" y "la cohesión nacional".

En este sentido, ha condenado "todos los actos de violencia perpetrados contra la población" y ha denunciado "la indiferencia culpable de las autoridades", antes de edir "hacer balance de la naturaleza de las relaciones de las autoridades con los grupos armados, los objetivos fijados y los resultados obtenidos" a raíz del acuerdo de paz de 2019.

"Es imperativo que todas las partes en conflicto depongan las armas para dar una oportunidad a un diálogo", ha manifestado Dologuélé, quien ha reclamado además a la comunidad internacional que "actúe de forma concertada para dar una verdadera oportunidad a un diálogo intercentroafricano", según ha recogido el portal de noticias Le Tsunami.

Por su parte, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha indicado que la MINUSCA "ha llevado a cabo operaciones adicionales en los alrededores de Bangui, en coordinación con las fuerzas de seguridad".

Dujarric ha destacado que las mismas se han saldado con la incautación de armas y municiones y ha agregado que la situación "es de calma, pero impredecible" tanto en Bangui como en sus alrededores a raíz de la ofensiva, que se saldó con la muerte de un 'casco azul' y 30 rebeldes, según las informaciones facilitadas por el Gobierno.

Los ataques fueron ejecutados por la Coalición de los Patriotas para el Cambio (CPC) --integrada por varios grupos rebeldes firmantes del acuerdo de paz--, que vio la luz antes de las elecciones y de la que el Gobierno acusa al expresidente Franois Bozizé de estar detrás.

AUMENTO DEL NÚMERO DE REFUGIADOS

Por su parte, el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) Boris Cheshirkov ha hecho un llamamiento al "fin inmediato de toda la violencia" y ha indicado que ya son 60.000 las personas que han huido a los países vecinos desde diciembre, una cifra que duplica la de la semana pasada.

"La mayoría han huido a República Democrática del Congo (RDC) a través del río Ubangui, donde el número de llegadas a alcanzado los 50.000 después de que 10.000 refugiados centroafricanos llegaran durante el 13 de enero", ha destacado.

En esta línea, ha dicho que "cerca de 58.000 personas están aún desplazadas dentro de las regiones afectadas, según las comisiones de movimiento de población, y alrededor de 9.000 han llegado a Camerún, Chad y República del Congo durante el último mes.

"ACNUR aplaude a los gobiernos vecinos por seguir garantizando a los refugiados centroafricanos el acceso al territorio y el asilo pese a las restricciones fronterizas a causa de la pandemia de coronavirus", ha indicado Cheshirkov.

Asimismo, ha destacado que "ACNUR y sus socios en RCA están recopilando informaciones sobre abusos por parte de los grupos armados, incluidos casos de violencia sexual, ataques contra votantes y saqueos" y ha reclamado a todas las partes que "vuelven inmediatamente a un diálogo significativo y a los progresos hacia la paz".

"Los acontecimientos del último mes (...) suponen dar marcha atrás en la tendencia de los años recientes sobre el regreso a casa de refugiados centroafricanos", ha lamentado, al tiempo que ha hecho hincapié en que "ACNUR y sus socios están incrementando la ayuda para las nuevas llegadas, pese a que la pobre infraestructura afecta a la respuesta humanitaria".

Por último, ha advertido de que el aumento de esta presión provocará que ACNUR "haga frente dentro de poco a una carencia sustancial de fondos", por lo que ha pedido a la comunidad internacional que "expanda urgentemente su apoyo a la respuesta humanitaria en RCA para permitir que más ayuda llegue a los que están en zonas remotas".

IMPACTO SOBRE LA AYUDA HUMANITARIA

En este contexto, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) ha indicado que las operaciones humanitarias en varias zonas del país han quedado suspendidas a causa de los incidentes desatados en el marco de la crisis electoral, lo que ha dejado a parte de la población sin acceso a la ayuda.

"Como la mayoría del resto de organizaciones humanitarias, tuvimos que suspender nuestra respuesta en la mayor parte del país, incluidas las localidades de Nana Gribizi, Basse-Kotto y Mabere Kadei, donde más de 120.000 desplazados dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir", ha dicho David Manan, director de la ONG en RCA.

"Estamos profundamente preocupados por las consecuencias para los civiles que necesitan ayuda, pero es demasiado peligroso para nosotros mantener las operaciones en este momento", ha señalado. Los ataques contra trabajadores humanitarios han obligado a muchas a ONG a cerrar sus oficinas y trasladar a su personal a Bangui.

En este sentido, desde el 15 de diciembre se han registrado 41 incidentes contra personal humanitario, incluido el asesinato de un trabajador de una ONG, en un repunte de la inseguridad que pone a civiles y trabajadores humanitarios en gran peligro.

"Limitar nuestro acceso en el país es como cortar la cuerda salvavidas a más de la mitad de la población que depende del apoyo humanitario para sobrevivir. El diálogo y la interacción entre los civiles y todos los actores militares en RCA es necesario para evitar incidentes sobre el terreno y preservar el espacio humanitario", ha argumentado Manan.

Según los datos del NRC, cerca de 62.000 personas se han visto desplazadas dentro del país y alrededor de 30.000 han huido a los estados vecinos a causa de la inseguridad desatada por las elecciones. Previamente, había más de 600.000 desplazados internos y 600.000 refugiados en los países vecinos.

A las voces de alerta se ha sumado Acción contra el Hambre, que ha sostenido que los cierres de carreteras han provocado escasez de alimentos y aumentos de los precios, antes de incidir en que el acceso humanitario "en el mejor de los casos es difícil y en muchos lugares es imposible".

Así, la ONG ha incidido en que se prevé que la mitad de la población, cerca de 2,3 millones de personas, sufra una inseguridad alimentaria aguda en 2021 y que una de cada nueve se encuentre al borde de la hambruna, por lo que ha alertado sobre el riesgo de un desastre humanitario.

La directora de Acción contra el Hambre en el país, Mathilde Lambert, ha afirmado que "incluso antes de que estallaran los combates, la situación de la seguridad alimentaria en el país se había visto afectada". "La gente está huyendo de sus hogares con sólo la ropa que lleva puesta, y cuando finalmente llegan a su destino, muchos de ellos se encuentran con que ya no pueden permitirse alimentar a sus familias" ha añadido.

"Las necesidades sobre el terreno aumentan rápidamente, pero la escala de la violencia hace que el acceso sea, en el mejor de los casos, difícil y en muchos lugares imposible", ha señalado Lambert. La ONG ha lamentado que haya cientos de camiones bloqueados en el lado camerunés de la frontera, sin poder entrar a causa de la violencia.