Publicado 17/09/2019 16:18

La oposición mayoritaria ve en el acuerdo de diálogo un nuevo intento de dividir a los críticos con Maduro

Ratifican su apoyo a Guaidó y a su 'hoja de ruta' para desahuciar a Maduro de Miraflores

MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los principales partidos de la oposición venezolana, aglutinados en torno al autoproclamado "presidente encargado" del país, Juan Guaidó, se han manifestado este martes en contra del acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Nicolás Maduro y formaciones minoritarias para iniciar un nuevo diálogo tras el fracaso del proceso de Oslo y Barbados.

"Mientras nosotros proponemos una solución a la crisis y terminar con el sufrimiento de la gente, el régimen plantea opciones que solo profundizan la crisis y llaman a la polarización", ha dicho el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González, miembro de Un Nuevo Tiempo (UNT), en Twitter.

UNT ha querido aclarar por la misma vía que su objetivo es "acabar con el sufrimiento del pueblo venezolano, junto al presidente Juan Guaidó y la Asamblea Nacional", aclarando que uno de los firmantes, Timoteo Zambrano, de Soluciones para Venezuela, ya "no forma parte de las filas de UNT". "En tal sentido, rechazamos cualquier manipulación que pretenda vincularnos con el régimen", ha recalcado.

Por su parte, Julio Borges, responsable de la política exterior de Guaidó y miembro de Primero Justicia, ha incidido en que "quienes se prestan para esta maniobra no representan al pueblo venezolano", subrayando que el plan de la oposición mayoritaria "sigue firme: la salida de la dictadura".

Además, Borges ha comparado al Gobierno de Maduro con la Unión Soviética y Cuba, que "también fabricaron su oposición a la medida", advirtiendo de que "esta complicidad siempre terminó en un gran fracaso". "El plan de Maduro y (Raúl) Castro es desestabilizar a las democracias de la región para tener el control absoluto a través del financiamiento de grupos criminales y narcoterroristas", ha alertado.

Desde Voluntad Popular, el partido de Guaidó y Leopoldo López, su coordinador político, Emilio Graterón, ha acusado a Maduro de "construir un ambiente de preguerra" al rechazar la oferta realizada en Oslo y Barbados por la oposición mayoritaria porque "daría resultados reales en pocas semanas" y el 'chavismo' "no quiere una salida pacífica".

"La razón por la cual Maduro está construyendo toda esta narrativa para dejar las negociaciones es que ya se tenía un paquete de preacuerdos que era imposible rechazar porque atendía al llamado de toda Venezuela (...) La ruta para lograr la salida estaba por concretarse en las próximas semanas, pero el régimen solo está construyendo excusas para no hacerlo", ha reprochado.

Desde Alianza Bravo Pueblo (ABP), el ex alcalde caraqueño Antonio Ledezma ha calificado de "parodia" el acuerdo de diálogo entre el Gobierno y la oposición minoritaria, avisando de que "el se sume a esta parodia le está dando la espalda al pueblo venezolano y se está sumando descaradamente al régimen".

En este sentido, el dirigente opositor ha apuntado que es la misma "trampa" que ideó el 'chavismo' con la votación a la Asamblea Constituyente en 2017 y con las elecciones presidenciales de 2018 y ha sostenido que solo podrá haber verdaderos comicios cuando Maduro haya dejado el poder.

"Por tanto, firmes en la oposición --cese de la usurpación-- y a pedir ya, sin pelos en la lengua, la intervención humanitaria internacional", ha reclamado.

En la misma línea, María Corina Machado, de Vente Venezuela, ha ratificado que la oposición reunida en torno a Guaidó está preparada para "avanzar por el único camino que va a permitir la liberación de Venezuela, el desalojo de la tiranía y la reconstrucción de una nación".

En opinión de Machado, Maduro ha hecho perder otros ocho meses a la oposición mayoritaria cuando tenía ante sí "una oportunidad única" de desatar "un proceso de transición real, sacando a las mafias del poder". "Porque aquí no se trata de mejorar las condiciones del cautiverio, sino de conquistar la libertad", ha proclamado.

SEGUIMIENTO DESDE ESTRASBURGO

Desde Estrasburgo, el padre de Leopoldo López y eurodiputado del Partido Popular (PP), Antonio López Gil, ha coincidido en que el acuerdo de diálogo es "una burla al pueblo venezolano y, particularmente, al mundo" porque no cuenta con el visto de bueno de la verdadera oposición.

Se trata, ha argumentado, de una contraparte "no opositora, sin representación, desprestigiada en sus carreras políticas y traidores a la verdadera lucha por la recuperación democrática en Venezuela". "La oposición es una y está unida para lograr el cese a la usurpación, las elecciones libres y transparentes", ha ratificado en un comunicado.

López Gil ha acusado al Palacio de Miraflores de "intentar confundir con esta pantomima porque ya se habían designado representantes ante el Gobierno de Noruega y los encuentros en Barbados". "No hay ninguna oposición minoritaria, lo que hay son ilegítimos representantes de sectores que intentan sacar provecho, ganar tiempo y evitar sanciones", ha insistido.

Además, el eurodiputado ha indicado que "está llevando a cabo el seguimiento de lo acordado en mayoría por el Europarlamento si no se conseguían resultados concretos en las negociaciones de Barbados". La resolución, aprobada el pasado mes de julio, pedía sanciones adicionales contra los responsables de las violaciones de Derechos Humanos.

ÚLTIMO GIRO

El Gobierno y Avanzada Progresista (AP), Movimiento Al Socialismo (MAS), Soluciones para Venezuela (SPV) y Cambiemos anunciaron el lunes un acuerdo para reanudar el diálogo en Venezuela que incluye ya pactos concretos para que los diputados 'chavistas' vuelvan al Parlamento y para renovar el Consejo Nacional Electoral (CNE) con miras a unos nuevos comicios.

Se trata de pequeños partidos que llegaron a formar parte de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) y que rompieron con ella por desavenencias internas. Destaca la Avanzada Progresista de Henri Falcón, antiguo 'chavista' que se apartó de Maduro y volvió como candidato independiente en los comicios de 2018, no reconocidos ni por la MUD ni por buena parte de la comunidad internacional.

Al mismo tiempo que se conocía este acuerdo, Guaidó daba a conocer en una rueda de prensa que en el proceso de Oslo y Barbados --última tentativa de diálogo-- ofreció a Maduro un gobierno de transición en el que ninguno de los dos estuviera presente para guiar al país a unas elecciones presidenciales "reales" con un nuevo CNE.

Guaidó explicó que el formato de Oslo y Barbados está "agotado", pero aseguró que la propuesta lanzada entonces sigue "en la mesa" e instó a "todos los sectores" del país a "empujar" para que el Gobierno ceda. Así, pidió "máxima presión" tanto dentro como fuera de Venezuela y apuntó al TIAR, el acuerdo regional con una cláusula de defensa colectiva.